Es esencial evaluar el grado de influencia que ejercemos en otras personas |
Lectura Bíblica: Romanos 12:2 Proverbios 23:7 c; Romanos 8:35-39
Introducción:
¿Qué determina el que seamos perdedores o vencedores?
Nuestra actitud. Dios nos creó con las condiciones para se ganadores, no
fracasados. Nos concibió con todas las condiciones para salir adelante, por
encima de las circunstancias que enfrentemos cualesquiera que sean.
Lamentablemente la condición de pecado del género humano le lleva a dejarse
dominar por los pensamientosde derrota que siembra nuestro
enemigo espiritual, si se lo permitimos. Es su forma de atacar nuestro presente
y futuro, sembrando pensamientos orientados al fracaso.
I. LA
ACTITUD ES DETERMINANTE PARA AVANZAR, ESTANCARSE O RETROCEDER EN EL PROCESO DE
CRECIMIENTO PERSONAL Y ESPIRITUAL.
1. Alcanzamos un alto nivel de liderazgo cuando adoptamos
la actitud correcta. Sobre nuestra relación con Dios, con nosotros, con las
relaciones interpersonales y en la forma como enfrentamos las circunstancias
(Proverbios 23:7 c)
2. El Señor Jesucristo enfatizó la importancia de que
pongamos en orden nuestro mundo interior (Lucas 6:4345).
La verdadera transformación ocurre desde nuestro mundo
interior hacia nuestro mundo exterior.
3. PRIMER
PRINCIPIO: La actitud que usamos al iniciar una
relación, un proyecto o fijarnos un propósito, determina si lo concluiremos o
lo dejaremos a medio terminar.
Ejemplo: Números 13:2633. Las dos actitudes que asumieron
cada uno de los 12 espías enviados a reconocer la tierra prometida.
4. SEGUNDO
PRINCIPIO: La actitud determina so soy un vencedor o
un fracasado. Todo depende de lo que guardamos en el corazón (Proverbios 4:23;
3539)
5. TERCER
PRINCIPIO: Nuestra actitud determina si convierto los
problemas en gigantes o en oportunidades de bendición (Romanos 8:28)
II. LA
ACTITUD ES DETERMINANTE PARA DISFRUTAR LA VIDA O AMARGARNOS CADA INSTANTE DE LA
EXISTENCIA.
1. CUARTO
PRINCIPIO: Nuestra actitud hacia los demás, determina
el trato que recibiremos (Lucas 6:31)
2. QUINTO
PRINCIPIO: Nuestra actitud frente a las
circunstancias adversas y situaciones que nos rodean, puede convertirse en una
actitud amiga o una actitud enemiga. Obra a nuestro favor o en contra (Marcos
9:23).
3 SEXTO
PRINCIPIO: Nuestra actitud determina si somos felices
con lo tenemos o vivimos infelices con lo que no tenemos (Eclesiastés 2:11;
3:12, 13)
III. LAS
ACTITUDES DE TODA PERSONA PUEDEN SER TRANSFORMADAS CON EL PODER DE JESUCRISTO
(Romanos 12:2)
1. SÉPTIMO
PRINCIPIO: Nuestras actitudes negativas cambiarán
cuando decidamos cambiarlas. Nadie me obliga a hacerlo (Deuteronomio 30:19)
2. OCTAVO
PRINCIPIO: Nuestras actitudes deben ser sometidas a
un ajuste constante, desechando pensamientos negativos (Filipenses 4:8)
3. Siempre debemos tener presente que nuestras actitudes
son contagiosas. Para bien o para mal.
Conclusión:
Dios nos concedió el privilegio de tomar elecciones.
Pueden ser acertadas, si se toman en Dios, o desacertadas. Todo depende de la opción por
la que nos inclinemos. El apóstol Pablo enseñó a los creyentes del primer siglo
y también a nosotros que es posible cambiar nuestra forma de pensar y por ende
nuestras actitudes (Romanos 12:2). Para ello, el propio apóstol instruye sobre
la importancia y necesidad de de evitar pensamientos dañinos, que anidan en el corazón y
desatan comportamientos errados, de fracaso.
Léanos en www.mensajerodelapalabra.com y www.guerraespiritual.org
0 comentarios:
Publicar un comentario