Llamados a batallar y ganar en la lucha contra las tinieblas
Nuestro Señor Jesucristo nos asegura la
victoria en la lucha
contra el mundo de las tinieblas...
|
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Recuerde que en todo momento ser
partícipe de estos talleres implica, vida cristiana práctica—es decir de testimonio—y
esfuerzo en el proceso de asimilar los conceptos para desarrollarlos en nuestro
ministerio al interior de la Iglesia . ¡Los resultados serán
sorprendentes!
Lo ideal es que cada congregación se constituya grupos de
estudio que, en el proceso de formación, se animen a afianzar su compromiso con
el Señor Jesucristo y ser multiplicadores del Evangelio y la ministración de
libertad a los cautivos por el mundo de las tinieblas. La tarea es grande, pero tenemos asegurada la
victoria en Cristo. ¡Bienvenido a este estudio que enriquecerá su vida
cristiana y dinamizará el ministerio que desarrolla en la Iglesia !
I. Como Iglesia
de Jesucristo estamos llamados a prepararnos para la guerra que libramos
contra el mundo de las tinieblas.
1. Estamos en medio de una
batalla real contra el mundo espiritual de maldad.
1.1. El mayor problema de
los cristianos es que:
a.
No somos conscientes de la batalla espiritual que libramos alrededor
b.
Enfrentamos el mundo espiritual de maldad desde una perspectiva equivocada
1.2. La mejor estrategia es
conocer cómo opera nuestro enemigo para asegurar que las acciones sean más
eficaces.
a.
No podemos desconocer que nuestro enemigo Satanás no pierde tiempo para
atacarnos (Cf. 1 Pedro 5:8)
b.
Nuestro adversario espiritual está a la espera de que nos
descuidemos para atacarnos.
b.1. Los ataques de Satanás buscan la mayor destrucción en
nuestra vida personal y espiritual.
b.2. El enemigo espiritual nos ataca aun cuando lo ignoremos o no
nos metamos con él.
1.3. No podemos
desconocer que estamos inmersos en una batalla que involucra las dimensiones
del bien y del mal.
1.4. Muchos ministros
cristianos en Latinoamérica coinciden en asegurar por años nos ocupamos de “aplicar pañitos de agua tibia” a casos
que, posteriormente, descubrimos eran posesión satánica o dominio territorial
por parte de principados de maldad.
2. La Iglesia Cristiana
debe asumir su papel protagónico en la tarea de compartir las Buenas
Nuevas de Salvación a las almas, pero también, procurar su libertad cuando
están bajo cautividad.
2.1. El pastor Ed
Murphy, autor del Manual de Guerra Espiritual, uno de los textos más completos
que se haya escrito sobre el tema, señala que no podemos seguir tan ocupados en
la construcción de grandes edificios, organizando encuentros de fraternidad e
incluso, peleándose unos con otros por aspectos denominacionales, sino volver
la mirada sobre quien es nuestro verdadero enemigo: Satanás.
2.2. Si Satanás tiene un
avance de tanta magnitud hoy día, es porque lo dejamos a un lado y él aprovecha
el descuido (Cf. Juan 10:10).
a. Mientras dormimos, él sigue adelante en su estrategia de
robar, matar y destruir.
b. El mundo necesita que le presentemos a un Dios de poder que
no tiene límites y pongamos al descubierto, las estrategias y acciones que
desarrolla el adversario espiritual.
b.1. El mundo debe conocer que
gracias a la obra del Señor Jesús, ahora somos libres y podemos
disfrutar de esa libertad en todas las áreas de nuestra vida (Cf. Colosenses
1:13, 14)
b.2. No podemos olvidar que Satanás está interesado en nuestra
destrucción, a menos que asumamos autoridad en Cristo.
c. Debemos recordar siempre que nuestro amado Salvador
Jesucristo vino a deshacer las obras del diablo (Cf. 1 Juan 3:8 b)
2.3. El ministerio del
Señor Jesús estuvo marcado por hacer el bien, libertar a los cautivos por el
diablo y sanar a los enfermos (Cf. Hechos 10:38). Como Iglesia Cristiana no
podemos hacer menos que asumir un compromiso decidido en la lucha contra el
mundo de las tinieblas.
II. Como pastores, obreros, líderes y cristianos comprometidos
debemos hacer un alto en el camino y preguntarnos, ¿Qué estamos haciendo?
1.- Es urgente hacer un alto en el camino y preguntarnos
qué estamos haciendo frente a los ataques inmisericordes que libra el mundo de
las tinieblas contra la Iglesia de Jesucristo.
1.1. Es probable que
hayamos asumido una posición pasiva frente a los avances del mundo de
las tinieblas.
1.2. Como parte del
liderazgo de la iglesia cristiana no podemos desconoce ni eludir el compromiso
que tenemos de alertar a los creyentes sobre la situación que estamos viviendo
(Ezequiel 13:3-5).
1.3. Los cristianos
somos atalayas y, además de advertir sobre los ataques del mundo de las
tinieblas, asumimos un papel fundamental como intercesores (Ezequiel 22:30)
a. Es probable que nuestras oraciones se limiten a una relación
corta de unas cuantas palabras con Dios, centrada en nuestras propias
necesidades.
b. Como intercesores, debemos clamar por el pueblo de Dios.
1.3. Autores cristianos
como el teólogo norteamericano, Dean Sherman, dejan claro que la
Guerra Espiritual no es un fin
en sí misma, sino el medio para llegar a ese fin:
Proclamar las Buenas Nuevas de Salvación y ministrar liberación a los cautivos.
Jesucristo nos dio la autoridad.
1.4. Ignorar a Satanás para no alborotarlo, ni significará que se
quedará quieto. Él seguirá tras nosotros para causarnos daño (Cf. 1 Pedro 5:8)
2. Es necesario pasar de una actitud defensiva, que
caracteriza a la iglesia hoy día, a
una posición ofensiva, de ataque, para recobrar los territorios que
hoy dominan las tinieblas (Cf. Santiago 4:7)
2.1. Debemos recordar que Satanás sabe
quién es quien. Sabe si usted asumió autoridad en Cristo para resistirlo o por
le contrario, permanece pasivo y con un bajo nivel en materia espiritual.
a.
Una ilustración práctica de que Satanás sabe quién es quien en el ámbito
espiritual, la encontramos en el capítulo 19 del libro de los Hechos de los
Apóstoles (Cf. Hechos 19:15, 16).
b.
Satanás sabe cuando estamos caminando de la mano del Señor Jesús, en fidelidad
a Dios, y se mantiene sobre el límite.
b.1.
Nuestro adversario no desaprovechará cualquier descuido.
b.2.
La Biblia es clara cuando advierte que Satanás sabe quién le resiste y quién
permanece pasivo.
2.2. El autor y conferencista cristiano, Derek
Prince, señala que la Iglesia Cristiana tiene la enorme responsabilidad de
enfrentar a Satanás y sus huestes porque somos
los únicos a quienes Cristo ha encomendado el discernimiento y las armas
espirituales que pueden darnos la victoria”.
III. Es necesario que conozcamos contra qué enemigo estamos librando
una batalla permanente
1. La
maldad es la esencia de los pensamientos y acciones de nuestro adversario
espiritual: Satanás.
2. La
naturaleza de Satanás se orienta a la destrucción de la obra más grande de
Dios: usted y yo. A pesar de nuestros pecados, nos amó tanto que en Su Hijo
Jesús trajo redención (Cf. Juan 3:16)
3. Desde un comienzo, Satanás dejó anidar
la maldad en su corazón. Se llenó de orgullo y ambición (Cf. Isaías 14:11-17).
3.1. Su propósito fue llegar al mismo nivel
de Dios.
3.2. Satanás y sus seguidores fueron
literalmente echados de la dimensión espiritual en la que servían a Dios.
3.3. Cuando se rebeló Satanás, y salió de la
esfera celestial, entró a una dimensión hasta ese momento novedosa: el mundo de
las tinieblas, producto de la separación de Dios.
3.4. Desde el mundo en que fue desechado, Satanás
emprendió una avanzada encaminada a destruir el género humana y la creación de
Dios (Cf. Génesis 1:1).
a. La mayoría de los
estudiosos de las Escrituras coinciden en señalar que ese desbarajuste de
connotaciones universales se produjo como consecuencia de la rebeldía de
Satanás.
b.
Es el pecado que anida en hombres y mujeres sin Cristo, lo que concede “derecho
legal” a Satanás para seguir gobernando.
4. Cuando Satanás y sus
huestes fueron echados del mundo celestial, hicieron de la tierra su centro de
operaciones (Cf. Apocalipsis 12:7-9)
a.
Los ángeles caídos se convirtieron en el ejército de Satanás.
b.
Las huestes de Satanás cumplen sus órdenes en un muy bien estructurado esquema
jerárquico (Cf. Efesios 6.12)
5. Si bien es cierto Satanás tuvo un lugar de privilegio en la
presencia de Dios, tenía poder y lo ejercía sobre la creación, traicionó a su
Creador y acarreó con las consecuencias (Cf. Ezequiel 28:11-19)
5.1. El texto evidencia que Satanás estuvo en
Edén, con dominio universal hasta tal punto que se movía “entre las estrellas”.
5.2. Satanás gozó de enormes privilegios
hasta que el pecado anidó en su corazón. Y el pecado se unió a la violencia,
que es la misma que despliega contra la creación de Dios.
5.3. Dejó de lado la sabiduría que le asistió
cuando fue creado y cayó en la insensatez, obrando con locura.
6. Satanás se
mantiene en una actitud de guerra permanente.
6.1. Satanás
ha desplegado su ataque sobre todo lo creado y las Escrituras le identifican
como el Dios de este siglo (Cf. 2 Corintios 4:4)
6.2. El
propósito indeclinable de Satanás es frustrar el plan eterno de Dios para la
humanidad (Cf. Isaías 14:13; Ezequiel 28:17; 1 Timoteo 3:6).
6.3. Desde su
posición, Satanás sigue siendo un acusador nuestro (Job 1-2; Zacarías 3;
Lucas 22:31; Apocalipsis 12:10).
6.4. La
Biblia hace más de 300 alusiones a la existencia de Satanás y sus huestes.
a. El nombre Satanás significa “adversario, enemigo”(Cf. Mateo13:39, 1
Pedro 5:8).
b. Una traducción de Diablo es "Calumniador, tentador" (Cf. Lucas 4:2).
c. Lucifer—que
es otra de las designaciones como se le conoce universalmente--, es vertido al
español como "ángel de la luz",
que trae engaño.
7. Satanás
nos ataca permanentemente (Cf. Lucas 22:31), pero está vencido (Cf. 1 Juan 3:8)
7.1. En el monte
del Gólgota, nuestro Salvador Jesucristo, avergonzó a Satanás, exhibiéndolo públicamente
derrotado (Cf. Colosenses.2:15; 1 Juan 4:4).
7.2. No hay
razón para que los cristianos estemos de nuevo sujetos a la esclavitud, ya que
por la redención del amado Hijo de Dios (Colosenses 1:13).
Cuando comprendemos el origen de Satanás,
su rebeldía para con Dios y de qué manera opera en el mundo, lo reconocemos
como nuestro enemigo. Ahora bien, en la propia Palabra hallamos noticias
alentadoras: Jesucristo ya lo venció y nos corresponde—a usted y a mi—ejercer
autoridad sobre su gobierno de maldad.
IV. El Reino de
Dios y el mundo de las tinieblas libran la batalla en la dimensión espiritual,
aun cuando afecta el mundo físico
1.- En todo el universo creado se operan dos mundos claramente
definidos: el Reino Natural y el Reino Espiritual.
1.1. El ejército de las
tinieblas se constituyó a partir de la tercera parte de los ángeles que se
rebelaron junto con Satanás (Cf. Apocalipsis 12:7-9)
a.
Se trató de un enfrentamiento cósmico sin precedentes y que sobrepasa nuestro
nivel de comprensión.
b.
Satanás en la tierra se dispuso a generar condiciones para que el género
humano, a través de la historia, cayera en pecado y se dejara arrastrar por sus
inclinaciones de maldad, con el fin de tener él mismo poder.
c.
Satanás sabe que nuestras vidas son muy importantes para Dios, y por eso quiere
tener control para llevarnos a la perdición eterna.
1.2. Los cristianos del
primer siglo tenían claro que libraban una batalla contra el mundo espiritual
de maldad (Cf. Efesios 6:10-12)
1.3. Los cristianos del
primer siglo estaban preparados para librar esa batalla.
1.4. El apóstol Pablo
advirtió a los creyentes del primer siglo y a nosotros hoy, sobre la necesidad
de asumir una actitud de guerra contra el mundo de las tinieblas (1 Pedro 5:8,
9)
1.5. Como cristianos
comprometidos (Cf. 1 Pedro 5:8, 9) en la guerra espiritual es necesario que
asumamos tres fundamentos:
a.
Sometimiento a Dios
b.
Resistir al diablo
c.
Enviarlo en huida, que no es otra cosa que en derrota
1.5. No tendremos éxito en la Intercesión y Guerra
Espiritual a menos que haya sometimiento a nuestro amado Padre celestial en
cuerpo, alma y espíritu.
2.
Nuestro adversario espiritual ataca al pueblo cristiano 24 horas al día, 7 días
a la semana y 365 días al año.
2.1. Satanás crea el escenario para que caigamos en pecado (Cf.
Mateo 4:8, 9)
2.2. Nuestro cuerpo físico libra una batalla interna contra el
pecado, inclinación de la que se aprovecha Satanás (Cf. 1 Corintios 15:40)
2.3. Dios es quien nos ayuda en la batalla, porque Él está del
lado nuestro cuando asumimos una actitud ofensiva (de ataque) contra el mundo
de las tinieblas (Cf. 2 Reyes 6:14-17)
3.
Cuando nos movemos en la dimensión espiritual, que es la dimensión de Dios,
podemos comprender el alcance de la batalla que libramos contra el mundo de las
tinieblas (Cf. 1 Corintios 2:13, 14)
3.1. Cuando no hay tal discernimiento,
se produce el rechazo y se avivan las polémicas comunes hoy en contra de los cristianos.
3.2. En la medida en que
hayan enfrentamientos entre cristianos por temas con la Intercesión y Guerra Espiritual, nuestro
adversario Satanás tomará ventaja.
a.
El propio Señor Jesús reconoció que estamos enfrentando constantemente a
Satanás y sus huestes que gobiernan hoy el mundo bajo el pecado (Cf. Juan
12:31)
b.
El Señor Jesús dejó claro que Satanás en el eterno presente de Dios, no solo
está derrotado sino que ya ha sido juzgado (Cf. Juan 16:11)
4. Cuando comprendemos los
dos Reinos que batallan por nuestra alma (refiriéndonos a la integralidad del
ser), comprendemos la urgente necesidad de guardar fidelidad delante del Señor
para ser eficaces en la guerra contra el mundo de las tinieblas.
Resulta satisfactorio saber que esta primera Lección concluye con una firme decisión
de parte de todos quienes se encuentran inscritos en el Nivel I de la Escuela de Guerra Espiritual. Recuerde que solamente en la medida en
que nos sujetamos a Dios y dependemos de Su poder, tenemos asegurada la
victoria contra el mundo de las tinieblas.
Esperamos su compromiso decidido en la lectura del Material y
los anexos que corresponden a las Lecciones 3 y 4.
© Fernando
Alexis Jiménez
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