SANIDAD INTERIOR Y LIBERACIÓN
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Recuerde siempre que Dios trae sanidad
a nuestro mundo interior si se lo permitimos...
|
Introducción:
Dios nos creó para que disfrutáramos una vida plena.
Una existencia llena de dolor, angustia, desesperanza, sensación permanente de
culpa no estaba en su mente cuando nos concibió a usted y a mí. Si quisiéramos
sintetizarlo, podríamos decir que Dios nos creó para ser felices. No obstante
lo anterior, nuestro Adversario espiritual—Satanás—está empecinado desde el
comienzo, en destruirnos. No concibe que nosotros podamos vivenciar la armonía
en nuestro mundo interior. Si se lo permitimos, nos ata y lleva a prisiones de
las que difícilmente podremos salir a menos que le abramos las puertas al Señor
Jesús. Él vino a libertarnos, romper las cadenas, hacernos libres y darnos una
vida de excelencia en todos los órdenes. Si se lo permitimos, el Señor Jesús
sana nuestras heridas emocionales para que disfrutemos esa existencia renovada.
La decisión está en nuestras manos. Es necesario que le abramos las puertas del
corazón al obrar de Jesucristo.
I. Nuestro
enemigo espiritual está empeñado en robarnos las bendiciones e
impedirnos una vida plena.
1.
Si podemos identificar a nuestro enemigo espiritual y de qué manera opera,
podemos enfrentarlo.
1.1.
Dios nos concibió para que disfrutáramos la vida a plenitud (Génesis 1:26-28)
a. Fuimos creados a imagen y semejanza de
Dios (vv. 26 a ,
27)
b. Fuimos creados para dominar sobre la
tierra (vv. 26 b, 28)
c. Dios nos concibió para ser un pueblo
grande y bendecido. El pecado, sin embargo, trajo maldición y ruina. (Génesis
3:1-7; 13-24)
“Por mucho tiempo se ha dicho
que la vida cristiana normal es derrota; que está saturada de dificultades, de
opresión… Indiscutiblemente yo estaba equivocado; fallé al no reconocer en un comienzo,
que existe otro reino y, que no todo lo que sucede viene de Dios; si uno se
sujeta a toda circunstancia, muchas veces se estará sujetando a derrota, y
dominio del reino de las tinieblas.”(Coleman, Jimmy. “Herido y sanado”. México,
Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 13)
1.2. No podemos resignarnos a una condición de
derrota, opresión, dominio y control sobre todas las áreas de nuestra vida.
1.3. No sabemos qué es la victoria hasta tanto
enfrentemos la situación de dolor, frustración y desesperanza que nos ha traído
el enemigo espiritual (Juan 10:10)
2. Hasta tanto estemos en pecado,
enfrentaremos un caos en nuestro mundo
interior:
a. El
pecado se convierte en una atadura
física y espiritual (Juan 8:34)
b.
El pecado nos impide avanzar
(Proverbios 5:22, 23)
c. Cristo
por su sacrificio en la cruz nos hizo libres de la esclavitud del pecado (1 Corintios 7:23)
d.
Es necesario permanecer en Cristo para no estar de nuevo bajo esclavitud del
pecado (Romanos 6:15-18)
e.
La decisión de no ser de nuevo esclavizados por el pecado, es nuestra (Gálatas
5:1)
3. Dios nos ofrece lo mejor de la vida. Él no
nos creó para vivir en la infelicidad y la derrota, sino en victoria (Cf. 1
Juan 5:5); sin embargo es necesario que nos decidamos por la libertad que nos
da Cristo
Esclavo à Gr, doulos à El grado más inferior de servidumbre.
Sujetos a la voluntad de otro.
Esclavitud à Gr. Douleia à Estar atado; sujeto a alguien
4. Dios espera que nos levantemos en
victoria, la que ganó Cristo para nosotros. Dios quiere que seamos libres del
yugo del diablo, nos levantemos triunfantes y poseamos lo mejor de la tierra;
que nos movamos en dirección a una vida plena.
5. Satanás tiene preparada una estrategia
contra toda persona para dominar, controlar y destruir su vida en las
dimensiones física y espiritual (Juan 10:1; 10:10 a)
5.1. El pecado abre las puertas a la opresión
y la influencia demoníaca.
5.2. Hay áreas de nuestra vida en las que
Satanás establece ataduras
para traer dominio, control y destrucción.
6. Como lo hizo con el pueblo de Israel, Dios
nos ofrece lo mejor de la tierra que es el disfrute de la vida plena. Nos
corresponde entrar a poseer la bendición (Deuteronomio 1:21)
6.1. La parte de Dios es darnos
6.2.
La parte del creyente es recibir las
bendiciones (Josué 1:1-6).
a. La tierra que debían poseer los israelitas
estaba gobernada por 31 reyes.
b. Dios instruyó a Josué, y a nosotros hoy,
para que seamos “esforzados y valientes”.
c. A usted y a mí nos corresponde sacar al
enemigo de nuestro territorio (Santiago 4:7)
6.3.
El Señor Jesús ya nos hizo libres y tenemos asegurada la victoria sobre toda
atadura de nuestro enemigo espiritual (Colosenses 1:9-14; Colosenses 2:13-15)
6.4.
No podemos pedirle al Señor Jesús que libre nuestra batalla contra Satanás y
sus huestes, porque ya él nos dio poder y autoridad
sobre el mundo de las tinieblas (Lucas 10:17-19; Salmo 91:13)
a. No podemos permitirle al enemigo que
todavía tenga derecho legal sobre nuestra vida (Jueces 1:19, 21, 27, 28, 30-35)
b. Decidieron hacer un “pacto de convivencia” con el enemigo, y
el enemigo—como nos ocurre hoy si se lo
permitimos, se quedará viviendo junto nuestro para oprimirnos.
c. Dios no quiere que cedamos terreno
al enemigo mediante el pecado.
d. Cuando aceptamos compartir nuestro
espacio con el enemigo, él se fortalece
y nosotros nos debilitamos.
7. Jamás podemos llegar al punto de consentir
con el enemigo, con Satanás, y establecer acuerdo con él. No podemos vivir una
sola parte de lo que Dios nos ha dado. Esto sería tanto como prepararnos para
experimentar una vida sin frutos. Recordemos que el enemigo permanecerá en
nuestro territorio mientras se lo permitamos. Es hora de levantarnos y poseer
las enormes bendiciones que el Señor tiene para nuestra existencia.
“Dios
no quiere que sigas siendo el objetivo del enemigo. Él no quiere que vivas bajo
la opresión y las ataduras. Quiere romperlas y darte libertad para que lo
conozcas y puedas vivir como una persona normal.” (Coleman, Jimmy. “Herido y
sanado”. México, Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 13)
7.1. Peleamos en el mundo espiritual, no en
nuestras fuerzas sino en las de Dios (2 Corintios 10:3, 4).
7.2. Los ataques del enemigo los recibimos en
nuestro mundo interior, así
como en la dimensión física y espiritual.
a.
Nuestro amado Salvador Jesucristo es nuestra fortaleza en la batalla.
b.
Así como lo hizo con sus discípulos, el Señor Jesús nos ha dado autoridad (Mateo 10:1; Cf. Salmo
91:13)
Autoridadà gr. Exousia à Permiso o libertad de hacer las cosas como
a uno le parezca. Poder con el que uno ha sido investido. Es poder para regir o
gobernar, y ser obedecido.
c. Tener la autoridad depende de la
permanencia con el Señor Jesús, bajo cuyo poder podemos hacer cosas grandes (Juan 14:12; Cf.
Colosenses 2:10; Filipenses 2:9-11; Efesios 1:21)
d. Ejercemos autoridad de Cristo en
nuestra vida, por fe.
e. Nuestra
vida cristiana se afianza en la victoria,
y debe ser por naturaleza dinámica y creciente.
f.
La intimidad con Dios está ligada al ejercicio de la autoridad sobre el mundo
de las tinieblas.
g. En Cristo tenemos asegurada la
victoria sobre las tinieblas (1 Juan 5:4; Romanos 8.37)
Victoriaà Gr. Nike à Vencer, alcanzar la victoria.
8. Dios quiere que usted y yo vivamos en
victoria espiritual, lo que a su vez se refleja en armonía con nuestro mundo
interior.
II. Si queremos
vencer el terreno del enemigo espiritual, debemos conocerlo y saber de
qué manera opera
1. Nuestro enemigo, Satanás, utiliza varias estrategias
que debemos conocer:
1.1. Mentira y engaño. Tergiversa la verdad en nuestra mente,
por lo que debemos cuidar nuestros pensamientos (Filipenses 4.8). Al afectar
nuestra forma de pensar, incidirá en nuestras acciones. No podemos olvidar que
Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44)
1.2. Sentimientos de
condenación y acusación.
La naturaleza de nuestro adversario espiritual es acusarnos por los errores del
ayer, de los que Dios ya nos perdonó. Quiere hacernos sentir mal
constantemente. Nos lleva a pensar que Dios no os perdonará jamás (Apocalipsis
12:10; Zacarías 3:1-3; Romanos 8:33-35)
1.3. Persecución. Experimentamos intolerancia por parte de
quienes nos rodean. Libran tremendos ataques en contra nuestra (Juan 15.20)
1.4. Duda y temor. Cuando el enemigo gana territorio en
nuestro mundo interior por medio del miedo y la incredulidad, levanta una
enorme barrera al mover de Dios (Hebreos 3:19; 4:4)
1.5. Una mente cautiva con
pensamientos de maldad.
Satanás aprovecha una mente no renovada para establecer fortalezas a través de
pensamientos de maldad (2 Corintios 10:3-5: Romanos 12:2) Ejerce influencia
gracias a factores externos.
1.6. Ataques en la mente. Gran parte de las batallas que libra el
ser humano, se producen en la mente. Es allí donde se fortalece la posesión o
la influencia de los demonios (2 Corintios 10:3-6)
Obediencia—> Gr. Hupakoe. Término
compuesto de dos raíces griegas. Hupo, que traduce debajo, en un
nivel inferior y akuo, que vertido al español es oír, escuchar atentamente, oír
con sumisión y declarándose de acuerdo.
2. ¿Qué hacer en todo ese proceso?
2.1. Someter los pensamientos a Cristo obliga esfuerzo y constancia, porque el enemigo está siempre al acecho.
2.2. Mientras dejemos abiertas las puertas de
nuestros pensamientos, el enemigo tomará ventaja generando tentaciones hacia la
carnalidad.
2.3. Dejamos de confesar palabras de derrota y
proferimos palabras de bendición. Declarar ruina, fracaso y derrota nos granjea
enormes dificultades en las dimensiones física y espiritual. No podemos
olvidare que Satanás arrebata las palabras alentadoras del Reino de Dios para
sembrar, a cambio, iniquidad y destrucción (Cf. Mateo 13:19)
2.5. Debemos estar preparados para enfrentar
las diversas formas como el enemigo espiritual libra ataques en contra nuestra
(Romanos 8:35-37; 1 Corintios 15:57, 58)
Vencedores à Gr. Hipernikao. Del término huper,
que traduce sobre o encima de y Nikao, que vertido al español es
conquistar. Alguien que tiene todas las condiciones para salir airoso,
victorioso, no importa las circunstancias que estén en contra.
a.
En la lucha contra el mundo de las tinieblas que busca golpear nuestro mundo
interior, fuimos llamados a
vencer.
b.
Sólo vencen, quienes asumen su condición de vencedores.
“Si intentas servir a Dios tomando como
base tu naturaleza humana, terminarás justificando tus fracasos y debilidades.
Si dices que el temperamento es tu única fortaleza pero también tu debilidad,
¿dónde está entonces la fuerza del Espíritu? Al hablar de esta manera reconoces
que caminas de acuerdo con tu propia naturaleza… estoy seguro que el Señor no
habría hecho la obra que ha realizado en nuestro ministerio si no hubiera
sometido las debilidades de mi carne al Espíritu Santo. En vez de justificarlas
con los temperamentos, decidí someterlas a la obediencia del Señor.”(Luna,
Cahs. “En honor al Espíritu Santo”, Editorial Vida, EEUU. 2010, pg. 27)
3. Es necesario que comprendamos que el mundo
de las tinieblas se encuentra bien organizado:
Jerarquía
del mundo de las tinieblas (Efesios 6.12)
|
|
Principados
|
Gr. Archosà Los primeros o preeminentes. La primera
persona de una serie, el que lidera (Romanos 8:38; Colosenses 1:16; 2:9, 10;
13-15)
|
Potestades
|
Gr. Exousia à Poder para reinar o gobernar. Espíritus
de maldad con autoridad, la que le confiere el pecado (1 Corintios 15:24, 25;
Efesios 1:20, 21; 2:1, 2; 3:8-13)
|
Gobernadores
de las tinieblas
|
Gr. Kosmokratoras. De kosmo—mundo y kratoras—fuerzas o
poderes. El mundo de las tinieblas tiene espíritus estratégicamente ubicados
en ciertos lugares del mundo (Efesios 6:12).
|
Huestes
espirituales
|
Gr. Pheumatikaà Espiritual y Poneria—Maldad;
espíritu de maldad y en género femenino, se refiere a prostitución, al
intento de corromper toda carne. Las huestes de maldad operan en los mundos
físico y espiritual (Efesios 3:9, 10;
6.12)
|
3.1. Es esencial que si tenemos una lucha contra
el mundo espiritual de maldad, como paso para vencer, no olvidemos que Dios nos ayuda en la batalla
(Salmo 110:1, 2)
a.
El Señor Jesús en la cruz quitó el pecado del hombre y le libertó del poder de
las tinieblas (Colosenses
1:13; 2:13-15; 1 Juan 3.8)
b. El
Señor Jesús está sentado sobre todo principado, porque Él gobierna con poder
(Efesios 1:20. 21)
3.2. Como Iglesia de Jesucristo asumimos una
actitud de confrontación del mundo de las tinieblas para frenar su avance y
recobrar territorios que nos robó (Salmo 45:6; 108:13)
3.3. Es necesario ejercer autoridad sobre el
mundo de las tinieblas (Mateo 16:19; 18:18)
“Esta
es la situación que nosotros enfrentamos al entrar en la Guerra Espiritual de nuestra
tierra o mundo interior; tenemos que pararnos frente a un enemigo que ha estado
morando y, prácticamente reinando en ella por largo tiempo; ha construido
fortalezas y ataduras tan grandes que parece imposible derrumbarlas, entrar en
la tierra y poseerla. El hecho es que el enemigo no se va a asustar y salir
corriendo porque tú has tomado la decisión de lograr una liberación. Tú tienes
que actuar en el principio de la Guerra
Espiritual. Fuerza contra fuerza, reino contra reino. El
enemigo sólo conoce ese principio.” (Coleman,
Jimmy. “Herido y sanado”. México, Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al
mundo. 1989, pg. 25)
III. El
principal centro de ataque en contra nuestra es la mente.
1. Nuestro enemigo espiritual ha morado por
años en la mente, logrando control sobre varias áreas vitales.
1.1. Es necesario recobrar el dominio de la
mente.
1.2. Satanás no querrá que se recobre el
dominio de la mente
a. Satanás se aprovecha de una mente
pasiva
b. Satanás se aprovecha de una mente
engañada
c. Satanás se aprovecha de una mente
no renovada
1.3. El cristiano está llamado a renovar la
mente como paso esencial para crecer en todas las áreas (Romanos 12:2; Tito
3:4, 5)
a. Debemos darle el primer lugar a Dios
en nuestra mente (Marcos 12:30)
b. Debemos derribar las fortalezas
mentales (2 Corintios 10:3-5)
c. La mente se acostumbra a
determinados parámetros que debemos modificar con ayuda de Dios.
d. Renovar la mente implica asumir
nuevos parámetros de pensamiento (Romanos 12:2)
e. En la mente se anida la angustia, el
temor, la incredulidad, la perversidad.
2. Después de convertirnos a Cristo, nuestra
mente no se renueva. Es necesario emprender ese proceso con ayuda de Dios, que
implica reprogramar nuestra forma de pensar y de actuar ya que Satanás—cuando
estábamos en pecado—nos programó para la derrota, la frustración, el fracaso y
la destrucción. El enemigo nos sembró pensamientos equivocados que por años
gobernaron nuestra forma de obrar (Cf. 2 Corintios 4:4)
ESTRATEGIAS
DEL ENEMIGO
|
|
Engaño
|
Fanatismo religioso. Irracionalidad. No se filtran
los pensamientos. Se llega a considerar que todos los pensamientos, visiones
y sensaciones provienen de Dios (Cf. 2 Corintios 11:3)
|
Pasividad
|
Las personas no evalúan nada. Lo aceptan todo,
especialmente en el ámbito de la espiritualidad. Aceptan incluso los
recuerdos del pasado que les causan daño. Aun cuando les generan dolor y
confusión, reciben todos los pensamientos. Tienen dificultades para
concentrarse.
|
Mente no renovada
|
Temor, rechazo, preocupación, ansiedad, negativismo,
olvido. No confrontar las emociones.
|
2.1. Es necesario renovar nuestra mente. Alguien
puede ser creyente, pero no haber renovado su mente; por este motivo, su forma
de pensar y actuar—muchas veces ligadas a un pasado sin Cristo, siguen siendo
las mismas.
Engañoà Gr. Exapataoà Gr. Ek, intensivo. Apataoà Empequeñecer. Seducir completamente.
a. Permitir que Dios gobierne nuestros pensamientos,
traerá paz y armonía a nuestro mundo interior (Isaías
26:3,4)
Paz à Gr. Shalom
à Salud,
felicidad, bienestar. En el contexto se refiere a nuestra capacidad creativa,
que descansa en Dios sin importar las circunstancias.
b. Confiamos en Dios cuando llevamos a
Su presencia en oración, todo aquello que nos perturba (Filipenses 4:6, 7)
2.2. Fuentes de origen de los pensamientos
a. Nosotros
b. El diablo
c. Dios
2.3. El crecimiento espiritual y la renovación
de la mente deben ir de la mano (Cf. Efesios 4:22-24)
IV. El
cristiano no mantendrá su libertad en Cristo hasta tanto experimente libertad
en su voluntad
1. La voluntad nos permite tomar decisiones.
Dios respeta lo que determinemos como personas (Cf. Génesis 2:16, 17;
Deuteronomio 30:15, 19); sin embargo, cuando hay armonía con Dios, alcanzaremos
equilibrio en lo que escojamos.
1.1. La mente nos dice lo que pensamos
1.2. La voluntad materializa lo que queremos
1.3. Las emociones expresan cómo nos sentimos
2. El
enemigo sabe que si afecta nuestra mente, incidirá directamente sobre nuestra
voluntad.
A
través de la voluntad se tiene una capacidad para reinar y gobernar; en esa
forma es como Dios le ha dado dominio al hombre, y la habilidad para reinar; y
también es donde Satanás ataca para quitárselos y robarlos, es decir, el
dominio y la capacidad de reinar. (Coleman, Jimmy. “Herido y
sanado”. México, Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 98)
2.1.
El hombre debe tomar control de su voluntad lo que se ve reflejado en el
dominio de cuerpo, alma y espíritu.
2.2.
Si hay gobierno de la voluntad, se tendrá control de las emociones y los
sentimientos (Proverbios 25:28)
2.
Si no tomamos control de nuestra voluntad—con ayuda de Dios—tomará ventaja el
mundo de las tinieblas (Romanos 8:12, 13; Colosenses 3:5-7)
2.1.
Nuestro adversario espiritual se aprovecha de los recuerdos y hechos traumáticos
que subyacen en el inconciente.
2.2.
En la medida en que la mente se renueva (Cf. Romanos 12:2), la voluntad se
fortalece.
SEÑALES
DE ALERTA SOBRE FORTALEZAS ESPIRITUALES DE MALDAD QUE AFECTANM NUESTRA
VOLUNTAD
|
|
Inercia
|
Resignación ante los obstáculos. Aceptación de
cuanto ocurre alrededor, incluso la adversidad.
|
Falta de perseverancia
|
La persona jamás termina lo que emprende
|
Dispersión de los
pensamientos
|
A la persona se le dificulta concentrarse. No pueden
siquiera conservar el hilo de una conversación.
|
Inseguridad
|
Incapacidad de tomar decisiones. Temor a asumir
responsabilidades. Dejan que los demás decidan por ellos.
|
Doble ánimo
|
Las personas fluctúan entre perseverar en el camino
de Dios o permitir que les arrastre de nuevo la mundanalidad.
|
2.3. Identifique
áreas de engaño en su vida. Recuerde que la verdad nos hace libres (Cf.
Juan 8:31, 32)
Verdad à Gr. Ginoskoà Conocimiento de un principio, aplicación,
desarrollo y el logro. Saber algo por experiencia personal
2.4. Tome
control de su voluntad. Es necesario que pongamos filtro a nuestros
pensamientos (1 Tesalonicenses 5:21).
a.
Es necesario que usted resista en su voluntad y en su mente todos los
pensamientos de maldad que le asaltan,
enviados por Satanás (Cf. Santiago 4:7; 2 Corintios 10:5).
b.
Si el Adversario controla nuestra voluntad tendrá dominio del cuerpo, muerte y
espíritu (1 Corintios 9:26,
27)
Retener à Gr. Katecoà Sostener o sujetar firmemente. Gr.
Kataà Abajo. Gr.
Ecoà Tener en
la mente, adherir
2.3. Es
necesario tomar decisiones con ayuda de Dios, asumiendo las
consecuencias que se deriven.
IV. El poder de
Dios nos liberta para que podamos tomar control de las emociones y sentimientos
1. Quien gana ventaja con la permanencia de
las heridas espirituales que experimentamos, es nuestro Adversario espiritual.
1.1. El propósito de Dios es que haya sanidad
permanente en nuestro mundo interior (1 Tesalonicenses 5:23)
1.2. Las heridas emocionales comienzan con un hecho traumático que se transforma en resentimiento y da lugar al odio. A partir de entonces se produce la
amargura de corazón y toma fuerza
hasta llevar a la persona a la destrucción
física y espiritual.
1.3. Satanás se aprovecha de las heridas
emocionales (Cf. Efesios 4:279
3. Las heridas emocionales tienen factores
desencadenantes:
3.1. Las relaciones rotas. Frecuentes en los matrimonios que
terminan en divorcio y que desencadenan heridas en los cónyuges.
3.2. No perdonar. La decisión de mantener la herida
emocional y no perdonar al causante del mal, se constituye en una atadura
espiritual (Cf. 2 Corintios 2:10, 11)
3.3. El Rechazo. Comienza generalmente desde la niñez y
persiste en el tiempo. No obstante, los hechos traumáticos también afectan a
los adultos.
3.4. El
Maltrato. Se producen por las reacciones que se reciben de otras
personas y que involucran violencia física y verbal. Causan heridas
emocionales.
3.5. Palabras hirientes. Son términos expresados generalmente por
alguien en estado de exaltación que producen heridas emocionales (Proverbios
10:31; Salmo 37:30)
3.6. Abuso sexual. Produce heridas emocionales que pueden
marcar la vida de una persona para siempre.
3.7. Raíces de amargura. Constituyen el producto de heridas sin
sanar que nos impiden una vida plena y desencadenan contaminación espiritual a
otras personas (Cf. Hebreos 12:15)
a.
Dios quiere que seamos libres de las consecuencias de los hechos traumáticos
que nos afectaron (Hebreos
12:1)
b.
Dios que nos creó, es el único que puede sanarnos
V. Dios quiere
traernos libertad a partir del perdón (Lucas 6:37)
1. Dios nos perdonó y espera que nosotros
perdonemos a quienes nos han causado daño (Efesios 4:32)
1.1. Estar atados al pasado cuando no
perdonamos, nos impide crecer en todas las áreas de4 nuestra vida.
1.2. Cuando perdonamos a quienes nos han
causado daño, desatamos a quien nos
causó daño y de paso quedamos libres (Juan 20:23)
2. Quien no perdona recibe las consecuencias
de su determinación. Experimentará un estado de tormenta interior permanente
(Mateo 18:21-35)
2.1.
Quien más se perjudica es aquél
que no perdona
2.1.1. ¿Qué produce la falta de perdón?
a. Produce enormes
impedimentos para amar y ser amados.
b. Produce reacciones
de resentimiento hacia quien nos causó daño.
c. Produce daño emocional y físico a quien
experimenta ese rencor.
2.1.2. ¿Qué hace quien no
perdona?
a. Siente que aquél
que le causo daño “le debe algo”
b. Asume la posición
de “No perdono hasta tanto me pidas
perdón”. Como pasan los días y no advierte esa
actitud, expresa su rechazo verbal y gestual a quien considera es el causante
de su resentimiento.
c. Decide prorrogar su
resentimiento por tiempo indefinido como una forma de expresar hacia él o ella palabras que la hieran, o a los
menos pensamientos en los que imagina, está tomando venganza.
d. Genera estancamiento
espiritual:
d.1. No perdonar
es uno de los frutos de la carne (Gálatas 5:19-21).
d.2. Quien perdona,
crece espiritualmente porque afianza en su vida los frutos del Espíritu Santo (Gálatas
5:21-25).
e. Experimenta falta
de paz interior y exterior.
f. Aviva el deseo de
tomar venganza.
3. Quien no perdona refleja su rencor y resentimiento en su relación con
Dios y con los demás
3.1. Reacciones de no perdón (Gálatas 6: 7).
3.2. El resentimiento y la falta de perdón se “transpiran”.
3.3. Lo grave es que quien no perdona, desconoce que “transpira” rencor en
sus relaciones interpersonales.
3.4. La falta de perdón puede permanecer por años.
¿Hacia quiénes
pudiéramos guardar rencor por años, sin proponérnoslo?
a.- Hacia los
padres.
b.- Hacia las personas
con las que tuvimos una relación sentimental traumática.
c.- Hacia nuestros
hermanos y amigos, de quienes sentimos, nos fallaron alguna vez.
4. ¿Por qué experimentamos falta de perdón en el
corazón?
4.1. Experimentamos falta de perdón por las heridas provocadas a conciencia
por terceros.
4.2. Experimentamos falta de perdón por la forma errada como percibimos que
aquello que dijeron o hicieron “era a
propósito” para herirnos, muchas veces sin que hubiese mediado ninguna
intencionalidad.
4.3. Por un deseo represado de tomar venganza que nos lleva a dilatar
cualquier arreglo.
4.4. ¿Por qué no se arreglan las situaciones?
a. Por el orgullo de
quien nos causó daño.
b. Por nuestro orgullo
de no dar el brazo a torcer.
c. Porque esperamos
que los demás den el “primer paso”.
5. ¿Cómo
identificamos en nosotros un espíritu no perdonador?
5.1. Cuando sentimos molestia apenas encontramos a consideramos que nos hizo
daño.
5.2. Cuando aprovechamos la más mínima oportunidad para criticar a quien nos
causó daño.
5.3. Cuando recordamos vívidamente el daño que nos causaron.
5.4. Cuando sentimos que nuestra vida es un “caos” por el daño que nos
causaron.
“La
gente se ha equivocado al interpretar la santidad como el comportamiento
perfecto, libre de defectos y errores. Pero no es así. Vivir en santidad es
entregarse a cumplir aquellos mandatos que él nos da y que nos transforman cada
día.”(Luna, Cahs. “En honor al Espíritu Santo”, Editorial Vida, EEUU. 2010, pg.
29)
6. Para perdonar se requiere un cambio de actitud.
6.1. Debemos reconceptualizar la idea de que el perdón es para los “insulsos”
y el rencor y la venganza para los “vivos”.
6.2. Cuando identificamos dónde tiene origen nuestro rencor a partir de tres
preguntas:
a. ¿Dónde
comenzó mi resentimiento?
b. ¿Qué me dijo o
hizo la persona que considero me hizo daño, para sentirme así?
c. ¿Qué puedo hacer
–como por ejemplo perdonar—para que la situación cambie?
6.3. Usted está en libertad de informarle a quien le hizo daño que “lo
perdonó”, pero también, de guardar con prudencia esa decisión y más bien,
cambiar su trato.
6.4. Leyendo Mateo
18:21, 22, aprendemos que no podemos poner “límites” al perdón.
6.5. Aprendemos también que Dios
espera de nosotros que asumamos una actitud de “perdón” a quienes nos causan
daño.
VI. El proceso de liberación comienza con la decisión
de permitir que Jesucristo obre en nuestro ser
1. Confiese sus pecados. Hasta tanto no se confiesen todos los
pecados delante de Dios, el Adversario espiritual tendrá “derecho legal” para
seguir poseyendo o influenciando a la persona (1 Juan 1:9).
2. Arrepiéntase con
sinceridad. Debe haber
arrepentimiento sincero en la persona, podrá ser libre. Es esencial que se
reconozca la magnitud del error cometido y la grandeza de la misericordia de
Dios (Proverbios 28:13)
3. Perdone a alguien si
guarda odio aún. Un enorme
muro que pone tropiezo a la liberación espiritual lo representa la falta de
perdón en las personas. El amado Señor Jesús enfatizó en la importancia del
perdón (Marcos 11:25)
4. Renuncie y rompa toda atadura. La
decisión de romper a toda puerta abierta al enemigo y romper toda atadura, en
el nombre de Jesucristo, parte de la propia persona. Cada quien debe reconocer
la obra de Cristo y decidirse por Él, dándole la espalda al Adversario
espiritual.
5. Renuncie a toda maldición
generacional. Las maldiciones generacionales ocupan un
lugar relevante en los procesos de liberación individual. Pocas veces quien
está bajo posesión o influencia demoníaca sabe que sus ascendientes abrieron
puertas al mundo de las tinieblas, pero eso no les exime de sufrir las
consecuencias; por ese motivo es primordial que, de manera conciente, repita
una oración en la que usted le guíe, renunciando a toda maldición generacional.
6. Ordene a todos los
espíritus que salgan. En
la medida en que la persona esté conciente, llévela para que ordene a todos los
espíritus salir de su cuerpo. Si hay manifestación demoníaca, le corresponde a
usted como ministro de liberación hacerlo. Ordénele a los entes de maldad que
salgan. Hay autoridad de Cristo en su vida, tal como Él, en su ministerio
terrenal lo hizo (Cf. Lucas 4:40, 41)
7. Confiese a Jesucristo como
Señor y Salvador. Una vez
la persona ha sido liberada, es esencial que declare a Jesús como Señor y
Salvador. Debe recibir a Cristo en Su corazón.
Conclusión:
Fuimos concebidos por Dios para disfrutar la libertad
que Él nos ofrece. Su propósito eterno es que disfrutemos sanidad física y
emocional. Que no permitamos atadura de ninguna clase. Quien se aprovecha de
las puertas que le abrimos en la mente, es nuestro Adversario Satanás. Él no
desaprovecha oportunidad. Procura gobernar los procesos de pensamiento, incluso
el subconsciente, para traernos a la derrota, la sensación de no ser salvos y
no haber recibido perdón de Dios. Cuando reconocemos que esa no es la voluntad
de Dios para nosotros y le permitimos a Jesucristo que obre en nuestro ser,
toda atadura se rompe y llegamos a ser verdaderamente libres. ¡Hoy es el día
para que disfrute esa libertad que nos ofrece el Salvador, Jesucristo.
© Fernando Alexis Jiménez
4 comentarios:
Excelente estudio sobre sanidad interior. Muy útil, claro y específico para ayudar a reflexionar a todos los que una manera u otra necesitamos sanar y demostrar los dones del espíritu en nuestro ser. Dios es maravilloso!! Nunca nos abandona ni nos defrauda. Hacia delante en sus publicaciones de bendición espiritual, siempre dejese usar por la dirección de Dios para bendecir a la distancia.
Tremendo necesito sanidad interior así qué me lo aplicaré me urge lo necesito
Gracias, tome un seminario de sanidad del alma al rededor de 10 años atras y estava buscando refrescar el tema para seguir ayudando a otros en esta tan importatnte tema para todo Cristiano y en especial a los nuevos convertidos para ayudarlos ha echar raizes y tener estabilidad como cristianos, Gracias por tan esquisit0 trabajo
Esto de la sanidad interior esta orientado a personas que todavia no son hijos de Dios ya que los hijos de Dios no tienen necesidad de eso... pues ya son perdonados y viven una vida con busqueda constante de santidad.
Publicar un comentario