La responsabilidad del ministro cristiano
La responsabilidad del ministro cristiano
es velar por las personas que
tiene a cargo como ovejas...
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Título: La responsabilidad
del ministro cristiano.
Base Bíblica: 1 Pedro 5:1-4.
Introducción:
Ser ministro al servicio de la
obra del Señor Jesucristo no es tarea fácil ni compromiso a tomar con descuido.
Ante Dios estamos llamados a responder por el desenvolvimiento, eficaz o
negligente, que se haya tenido. En una sociedad como la nuestra en la que se
observa un afán desmedido de ocupar posición de reconocimiento al interior de la Iglesia ,
es importante revisa qué dicen las escrituras acerca de quienes desarrollan una
labor en la congregación.
1.- El ministro
cristiano tiene la responsabilidad de ejercer su ministerio entre la comunidad
a la que fue asignado (v. 1 a ).
2.- El ministro
cristiano es testigo de Jesucristo (v. 1 b.)
3.- El ministro
cristiano es administrador de la enseñanza que le ha sido encomendada (v. 1 c).
II.- La
responsabilidad del ministro es apacentar las ovejas del Señor Jesucristo (v.
2).
1.- El ministro
cristiano debe velar con todo cuidado, esmero y consagración por la
congregación a cargo (v. 2).
2.- El ministro
cristiano está llamado a ejercer el ministerio por vocación y no por
conveniencia o presionado por la fuerza de las circunstancias (v. 2 b).
3.- El ministro
cristiano está llamado a ejercer el ministerio sin que medie interés económico
(v. 2 c).
4.- El ministro
cristiano está llamado a ejercer como quien deberá dar cuenta ante el dueño de
la obra (v. 2 d.)
III.- La
responsabilidad del ministro cristiano es predicar y vivenciar e Evangelio (vv.
3, 4).
1.- la autoridad del
ministro cristiano no le autoriza para ser dictatorial o arbitrario amparándose
en el nombre de Cristo (v. 3).
2.- La autoridad del
ministro cristiano debe llevarle a reconocer que depende de una autoridad
superior a Él (v. 3).
3.- La autoridad del
ministro cristiano se fortalece en la medida en que su predicación está
acompañada con una vida cristiana práctica (v. 3).
4.- El ministro
cristiano será premiado por el Pastor de pastores, Jesucristo, si ha sido fiel
a su llamamiento (v. 4).
Conclusión:
Un ministro al servicio de la
obra del Señor Jesucristo debe ejercer su labor con transparencia y
responsabilidad. No olvidar que cuanto predica debe traducirse en hechos. El
desenvolvimiento en la congregación debe estar enmarcado por una vocación real,
comprometida, y no por un espíritu de figuración o tal vez con ánimo de
ocuparse laboralmente. Es diferente ser un profesional que se vuelve predicador
y no un predicación que vuelve su ministerio una profesión. Mientras que el
primero renuncia a todo por servir a Cristo, el segundo busca ubicarse
ministerialmente como una manera de tener trabajo. A propósito, ¿cómo está su
desenvolvimiento ministerial?
© Fernando Alexis Jiménez
Léanos
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