Todos los proyectos debemos someterlos en manos de Dios |
Título: Someta sus proyectos en manos de Dios
Base Bíblica: 1 Reyes 5:1-6
Introducción:
Aun cuando Dios no necesita un lugar específico
donde habitar, dispuso inicialmente manifestarse con poder en el desierto en el
Tabernáculo, y posteriormente, en el tiempo del rey Salomón, en el templo. Fue
un proyecto que nació en el corazón mismo de Dios, por eso proveyó lo necesario
para construirlo y, además, lo bendijo.
I.- Construir un templo: la Visión de Dios para un hombre (1 Reyes 5:1-6).
1.- Cuando un proyecto está en el corazón
de Dios, perdura en el tiempo (2 Samuel 7:12, 13).
a.-
El
proyecto no se abandona fácilmente
para dar cabida a otra iniciativa.
b.-
Dios
apareja el camino y abre las puertas.
c.-
Dios da
la visión, la provisión y la bendición (1
Reyes 5:10-14).
2.-
Cuando
el proyecto está en el corazón de Dios, tiene su propio tiempo para ser ejecutado (1 Reyes 6:1).
ü Se construyó 400 años
después del Tabernáculo.
ü El templo duró erigido
400 años.
ü La construcción del
templo tardó siete años.
ü Participaron 30.000 israelitas y 150.000 cananeos.
ü El templo fue destruido
en el año 586 a .C.
3.-
Cuando un proyecto estás en el corazón
de Dios, Él es muy específico en lo que espera (1 Reyes 6:2).
-
En ocasiones Dios no releva todos los detalles, sino que se produce una revelación progresiva.
II.- Dios confirmó el proyecto para
la construcción del templo (1 Reyes 6:11, 12).
1.- La bendición a los proyectos está
condicionada por nuestra fidelidad a Dios (versículo 12).
Clave: a.- Andar b.- Guardar c.- Hacer los
mandamientos de Dios.
2.- Nuestra
fidelidad determina:
a.- Que
los proyectos sean agradables a Dios (versículo 13).
b.- Que
Dios habite en medio de los proyectos (versículo 13).
c.- Que
Dios se glorifique en los proyectos (versículo 13; 1 Reyes 6: 37, 38).
- Ningún proyecto que nace en el
corazón de Dios se interrumpe.
III.- Los proyectos glorifican a
Dios, no a los hombres (1 Reyes 8:5, 6).
1.- Cuando
le damos el lugar que le corresponde, Dios se glorifica (1 Reyes 8:10, 11).
2.- Es
necesario revisar:
a.- ¿Qué
proyectos estamos realizando?
b.- Evaluar
si tales proyectos glorifican a Dios.
c.- Someter
a Dios cualquier proyecto (Salmo 37:3-5).
Conclusión:
La
construcción del templo de Jerusalén, en cuyo espacio físico siempre ha habido
intereses, entre otros de los judíos procurando su reconstrucción, y los
musulmanes que tienen allí una mezquita, obedeció a un plan de Dios y no del
hombre. Dios dio la visión, proveyó y bendijo el proyecto. Por esa razón nos
reafirmamos en la necesidad de someter en manos del Señor todas aquellas
iniciativas en las que nos comprometemos. Él será quien bendiga.
© Fernando Alexis Jiménez
(057) 317-4913705
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