El Señor Jesús ofrece una segunda oportunidad
No piense que llegó al final del camino.
Hay oportunidad. El Señor Jesúse se
la ofrece...
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Título: El Señor Jesús ofrece una segunda oportunidad
Base Bíblica: Juan 8:1-11.
Introducción:
¿Cómo transcurre su vida?¿Acaso piensa seguir sumido en la desesperanza?¿Considera que todos lo han abandonado a su suerte? Estos y otros sentimientos identifican a quien no tiene al Señor Jesucristo en su corazón. Descubra hoy cómo es posible salir del estado de tristeza y dolor que lo agobia. Jamás olvide... todavía hay una oportunidad para reemprender una existencia renovada.
I.- El mundo margina, condena y no da oportunidad a quienes fallan (vv.1-6).
1.- La sociedad de la época sólo señala el pecado de la mujer (vv.3, 4).
a.- Llevaron la mujer para ser juzgada.
b.- Llevaron la mujer para ser escarnecida.
2.- La sociedad de la época aplicaba los principios religiosos para lo que les convenía (v. 5).
a.- ¿Está cansado de la hipocresía?
b.- ¿Se ha formado la idea de que religión es sinónimo de juzgamiento o quizá de hipocresía?
3.- Los líderes de la época querían echar por tierra las enseñanzas del Señor Jesús (v. 6).
II.- El Señor Jesús mostró cuál era el amor de Dios (vv. 7-9).
1.-El Señor Jesús nos enseñó que no tenemos autoridad para juzgar a los demás (v. 7).
a.- ¿Cuánto daño ha causado usted al juzgar a los demás?
b.- ¿Ha sido víctima de un juzgamiento injusto?
2.- El Señor Jesús nos enseñó que quizá nos ocupamos de juzgar antes que en cosas trascendentales (v. 8).
3.- El Señor Jesús nos enseñó que todos tenemos pecados ocultos (v. 9).
4.- El amor de Dios no juzga sin ofrecer una oportunidad de cambio.
III.- El Señor Jesucristo no juzga sino que ofreció una nueva oportunidad (vv.10, 11).
1.- El Señor Jesús le mostró a aquella mujer que tenía una nueva oportunidad (v. 10).
2.- El Señor Jesús le mostró a aquella mujer que podía comenzar una nueva vida (v. 11 a).
3.- El Señor Jesús le mostró a aquella mujer que debía apartarse del pecado (v. 11 b).
Conclusión:
Muchos tienen la imagen de un Dios castigador, que está tras las puertas a la espera de que comentamos el más mínimo error para salir al paso con una penitencia aterradora. Cuando vamos a Jesucristo, descubrimos que en Dios hay amor. La mujer de la historia encontraba juzgamiento y marginamiento en el mundo; en el Señor encontró comprensión, ternura y amor. Le ofreció una nueva oportunidad. Y ella comenzó una vida renovada. Usted tiene hoy esa misma oportunidad. ¿Está dispuesto a aprovecharla? Decídase por el cambio. Acepte al Señor Jesús como su único y suficiente Salvador.
© Fernando Alexis Jiménez
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