Es hora de avanzar hacia la meta

Es hora de avanzar hacia la meta

Tenga presente siempre, que con ayuda

de Dios, llegamos a la meta porque somos

vencedores...

TITULO: Es hora de avanzar hacia la meta

BASE ESCRITURAL: Génesis 11:27-32

Introducción:

Si nunca llegamos a ningún lado es porque no planificamos. Es un principio de éxito que nos enseñan las Escrituras. Cuando sabemos hacia dónde nos dirigimos, con ayuda de Dios, alcanzamos grandes metas. En todo el proceso es fundamental que pidamos la dirección del Señor para que nos lleve por el camino apropiado.

1.- Los hombres que llegan lejos, son aquellos que tienen visión (v.31).

a.- La meta de Taré, padre de Abram, era llegar a Canaán, la tierra de la provisión, fértil y muy promisoria para salir adelante.

b.- No siempre nuestros sueños y metas serán comprendidas por los demás.

c.- Debemos asegurarnos que nuestros sueños y metas estén en la voluntad de Dios.

d.- Avanzando hacia la meta, es necesario muchas veces aplicar “ajustes” a nuestra visión. No podemos reconocer los errores y persistir en ellos.

2.- Los hombres que llegan lejos, no se detienen sino que avanzan (v.31).

a.- El error de Taré radicó en que, antes que seguir hacia Canaán, se sintió conforme con llegar a Harán, tierra que no era tan fértil como aquella a la que deseaba llegar.

b.- El error de Taré fue tener una visión corta que le llevaba a ser conformista.

c.- Los triunfadores no son quienes comienzan la carrera, sino quienes la terminan.

3.- Es hora de examinar si todavía nos encontramos en Harán y no hemos avanzado a Canaán (v. 32).

a.- Es probable que nos fijamos una meta, avanzamos un poco, pero nos detuvimos. Es necesario revisar esa situación.

b.- El examen que hagamos a nuestros sueños y metas, debe llevarnos a determinar qué está impidiendo que avancemos hacia su conquista.

c.- Una vez descubramos dónde está la falla, es necesario tomar decisiones radicales, despojándonos de todo lo que nos impide avanzar.

Conclusión:

El mundo se ha movido por hombres con sueños, visiones y metas. Y son pocos. Quizá usted es un soñador. Si tiene claro que esos propósitos están en la voluntad del Señor, es hora de que revise dónde se quedó estancado, y comience de nuevo el camino. Usted debe llegar a la meta que se fijó. Si confía en Dios, logrará alcanzar ese objetivo que siempre ha tenido en su corazón.

© Fernando Alexis Jiménez

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