Si Jesús mora en nuestra vida, nos lleva al éxito |
Título: Claves para una vida cristiana de éxito
Base Bíblica: Marcos 1:1-8
Introducción:
La vida de toda persona—sin importar el pasado o el
presente; si ha fracasado o ha tenido todos los pecados del mundo—puede ser
transformada si le permite que Dios entre en su corazón y cumpla en su
existencia los planes maravillosos que tiene desde antes de la creación del
mundo. Basta que haya disposición para que el Señor Jesús pueda obrar. Cuando
Dios entra en nuestro ser, cambia nuestra forma de pensar y de actuar.
I. Dios prepara el
camino para obrar en nuestra vida (vv.1-3)
1. En Dios no hay coincidencias. Todo obedece
a un plan concebido desde antes de la creación (versículos 1, 2. Cf. Malaquías
3.1)
1.1.
Después de cuatrocientos años en que no hubo mensaje de los profetas, Juan el
Bautista fue enviado como
mensajero para preparar el camino del Señor Jesús.
1.2.
A través de Juan el Bautista, Dios comenzó a preparar el corazón del pueblo de Israel .
2. Cuando Dios va ha hacer algo en nuestra
vida, prepara el camino.
2.1.
Dios viene a nuestro encuentro.
2.2.
Dios tiene planes maravillosos para nuestra vida.
3. Juan el Bautista encontró—como sin duda
nos ocurrirá a nosotros—personas que respondieron al mensaje de Salvación
(versículo 3. Cf. Isaías 40:3)
3.1.
Si queremos experimentar el obrar poderoso del Señor Jesucristo en nuestras
vidas, debemos abrirle el
corazón.
3.2.
Si queremos que Dios transforme nuestras vidas, debemos pedirle que haga
conforme a su voluntad en todas
las áreas de nuestro ser.
II.
Arrepentimiento, perdón y cambio van de la mano en el plan de Dios (vv.4, 5)
1. El llamamiento de Dios al pueblo—y a
nosotros hoy—es a reconocer nuestros pecados y errores, y a experimentar con Su
ayuda un cambio de actitud (versículo 4 a )
2. Cuando hay arrepentimiento sincero, Dios
perdona nuestros pecados (versículo 4 b)
2.1.
Arrepentimiento y perdón de pecados son fundamentales para emprender una vida
plena, en el plan de Dios (versículo
5).
2.2.
Si reconocemos que hemos pecado, es necesario confesar nuestro pecado delante
de Dios para que haya perdón de parte
de nuestro amado Padre celestial.
3. La consagración del creyente comienza con
la transformación interior (versículo 6)
3.1.
Juan el Bautista marcaba diferencia en su generación, como debe ocurrir hoy con
todo cristiano.
3.2.
Si bien es cierto nuestra apariencia externa es importante, lo esencial es que
se produzca en nosotros un cambio
interior.
III. La vida del
cristiano busca exaltar al Señor y Salvador de nuestras vidas: Jesucristo
(vv.7, 8)
1. El ministerio de Juan el Bautista era
Cristocéntrico: reconocía el poder, honra y gloria de Jesús, el Mesías
(versículo 7)
1.1.
El ser más importante en nuestras vidas es Jesucristo.
1.2.
Es por la misericordia y la gracia de Dios, que experimentamos Salvación en
nuestras vidas.
2. Cuando abrimos el corazón a Jesucristo,
llena nuestro ser con Su Espíritu Santo (versículo 8)
Conclusión.
El arrepentimiento, el perdón de pecados, el cambio y
el crecimiento personal y espiritual son claves en una vida cristiana de éxito.
Es esencial que le permitamos a Dios que obre con poder, abriéndole las puertas
de nuestro corazón. Darle la oportunidad de que su poder nos transforme. Los
cambios serán progresivos, sólidos y evidentes a todos, lo que a su vez nos
llevará a marcar la diferencia en la sociedad en la que nos desenvolvemos.
© Fernando
Alexis Jiménez
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