Título: ¿Qué guarda en su corazón?
Base
Bíblica:
Salmo 8:3-9
Introducción:
Es importante evaluar qué guardamos dentro |
Cuando la Biblia dice que al recibir a
Jesucristo como Señor y Salvador (2 Corintios 5:17) somos nuevas criaturas, no
desconoce el hecho de que es necesario que sea nuestro amado Dios quien obre
sanidad en nuestro mundo interior. Es un proceso que debemos experimentar,
tomados de la mano del Señor Jesús, quien conoce nuestro pasado y trae cambios
profundos y permanentes.
I.
Dos nos creó conforme a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-28)
1. Fuimos creados a imagen de
Dios, lo que abarca cinco dimensiones en nuestro mundo interior: emocional,
social, intelectual, espiritual, física y emocional
2. El componente emocional es
muy importante. Dios desea que nuestras emociones sean sanadas.
II.
Es importante que vigilemos cuidadosamente lo que guarda nuestro corazón
(Proverbios 4:23)
1. En el corazón—que es nuestra
mente, si lo miramos en el contexto de las Escrituras-, se anidan nuestras
emociones, sentimientos y voluntad.
2. Somos administradores del
amor, comprensión y misericordia o por el contrario, del odio, resentimiento,
frustración, ira y emociones negativas que permitimos que aniden en nuestro
corazón.
“Cuando
por fin descubrí la relación fundamental entre la salud emocional y espiritual,
comenzó para mí un revolución copérnica y no hubo vuelta atrás. Esta relación
revolucionaria transformó mi viaje personal con Cristo, mi matrimonio, la
crianza de mis hijas y, finalmente, mi desenvolvimiento en la Iglesia…”(Peter
Scazzero. “Espiritualidad emocionalmente sana”. Editorial Vida. EE.UU. 2008. Pg.
24)
III.
Si permitimos que el Señor Jesús trate nuestro corazón, experimentaremos cambio
y transformación (Gálatas 5:22-24)
1. No basta con decir “Soy cristiano” para cambiar realmente;
es necesario que el Señor Jesús sea quien opere esa transformación en nuestro
mundo interior.
“Lo que resulta
trágico es que solo un escaso número de personas que desean a Dios, van a la
Iglesia y sirven en ella fielmente, leen la Biblia, aman, oran, participan de
las clases de los domingos y de pequeños grupos; logran experimentar realmente
esta vida hermosa, estos regalos de Jesús. Esto se remonta, creo, a la
espiritualidad separada de la salud, que permite que capas subyacentes y
profundas de nuestra vida permanezcan sin que Dios las toque”
(Peter Scazzero. “Espiritualidad emocionalmente sana”. Editorial Vida. EE.UU.
2008. Pg. 24)
2. El Señor Jesús quiere
ayudarnos en el proceso de crecimiento personal y espiritual.
Conclusión:
Es necesario que en nuestra vida
experimentemos una rendición total al Señor Jesús. Que le entreguemos nuestras
cargas. Él conoce nuestro anhelo de cambio y transformación y desea ayudarnos
en ese proceso. Es algo maravilloso que ocurre en la vida de quienes
desean una existencia plena (Juan 10:10)
© Fernando
Alexis Jiménez
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