Título: Hombres y
mujeres comprometidos con Dios
Base
Escritural: 2 Reyes 22:1-19; 23:25
Introducción:
Un cristiano que crece
espiritualmente, es aquél que –de un lado—está dispuesto a examinar su vida
para evaluar en qué aspectos está en contravía de los postulados del Señor, y
de otra parte, está dispuesto a cambiar y permitir que Dios trate con su vida.
Esta disposición es la que marca la diferencia en un creyente.
¿Cómo es alguien dispuesto a comprometerse con Dios?
I.- Está dispuesto a ponerse a cuentas con Dios (vv.3-8).
1.- Disposición
de restaurar el templo (vv.3-7).
2.- Disposición
de involucrar a Dios en lo que hacemos
3.- Disposición
de permitir que la Palabra nos transforme (v.8).
II.- Está dispuesto a permitir que Dios trate con su vida
(vv.9-13).
1.- Disposición
de reconocer errores y pecados (v.13).
2.- Disposición de tornar viva la Palabra (vv.18,
19).
3.- Disposición
de rendirnos a Dios (v.13).
--Corazón sensible
--Humillarnos ante Dios
--Rasgó sus vestidos
--Lloró ante el Señor
III.- Está dispuesto a asumir cambios radicales (23:1-23).
1.- Disposición
de cortar con el pecado (23:1-3).
2.- Disposición
de erradicar lo que no agrada al Señor (vv.4-15).
--Idolatría
--Ritualismo pagano y religioso
3.- Disposición
de consagrarse a Dios (vv.21-23).
Conclusión:
El crecimiento
espiritual es posible. Se requiere en esencia que haya un deseo profundo --que
llamaríamos disposición-- a cortar con todo aquello que tiene el rótulo de “pecado”
e impide que caminemos conforme a la voluntad del Señor. Esa disposición nos
llevará a un crecimiento en nuestro andar con Dios.
©
Fernando Alexis Jiménez
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