Un líder con una misión: extender el Reino en medio de la sociedad

 

Compartir de Cristo en la sociedad, nuestra misión

Título: Un líder con una misión: extender el Reino en medio de la sociedad

Base Escritural: Éxodo 31:18; 32:1-30

Introducción:

Uno de los principios que debemos aprender a desarrollar en nuestra vida como cristianos es el de creer así no percibamos hechos tangibles. Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, como anota el autor de Hebreos en el capítulo 11 versículo 1.

Nuestra mirada debe estar puesta en Dios y no en los hombres. Es a El y nadie más que a El en quien debemos depositar toda nuestra confianza porque los seres humanos en cualquier momento pueden fallar y nosotros caer en una profunda desilusión. De otra parte, es evidente que Dios espera de nosotros la fidelidad.

I.- Una tendencia del ser humano es creer solamente cuando puede ver (vv.1-4).

1.- Los creyentes débiles caen en la idolatría apenas perciben la ausencia de un líder (31:18 y 32:1).

2.- Un error es poner la mirada en el líder y no en Dios (v.1).

            “... haznos un dios que vaya delante de nosotros; porque a este Moisés... no sabemos qué le haya acontecido”

3.- Un líder debe permanecer firme en la fe y no ceder a las presiones (v. 2).

4.- La responsabilidad del líder:

            a.- El pueblo actúa conforme actúa su líder (v. 3).

b.- El pueblo se forma por las enseñanzas de su líder (v. 4).

5.- Quienes caen en la idolatría niegan el poder de Dios (v.4 b).

            “Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto”

II.- Quien no conoce a Dios se desvía fácilmente de la fe (vv.5-10).

1.- Si no nos afirmamos en Dios, podemos fácilmente desviarnos del camino (v.5).

2.- Si no nos afirmamos en Dios, el mundo nos atraerá (v. 6).

3.- Aun cuando no lo veamos, Dios está con nosotros y sabe lo que hacemos (v. 7).

4.- Dios conoce la tendencia del ser humano a volver atrás (v. 8).

            a.- Por la dureza del corazón (v. 9).

            b.- El pecado deliberado ofende a Dios (v. 10).

III.- La función de un líder es interceder por su pueblo (vv.11-14).

1.- El líder se coloca en la brecha por el pueblo a cuyo frente lo puso Dios (v. 11).

2.- El líder intercede por el perdón y la misericordia de Dios (v. 12).

3.- El líder recuerde la fidelidad de Dios para con su pueblo (v. 13).

4.- La oración ferviente del líder toca el corazón de Dios (v. 14).

IV.- El líder no puede olvidar jamás que Dios lo llamó a santidad (vv.15-30).

1.- El líder debe ser fiel a Dios (vv.15-19).

2.- El líder se aparta de lo que no glorifica a Dios (v. 20).

            a.- Confronta todo lo que conduce al pecado (vv.21-24).

            b.- Vive la fidelidad a Dios e insta a los demás a hacer lo mismo (v. 30).

Conclusión:

Israel estaba llamado a tener un destino de gloria. Sus pasos tenían el mismo peso del sendero que trazan los vencedores. Sin embargo cambiaron su mañana de victoria porque habían puesto la mirada en lo que se ve, en lo que se puede palpar y percibir. Y con Dios las cosas son a otro precio. Se requiere fe, firmeza y un término que debemos asumir en nuestra vida: la confianza.

© Fernando Alexis Jiménez

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