Título:
Permita que el Espíritu Santo trate su vida
Base
Bíblica: Joel 2:28; Ezequiel 39:29
Introducción:
El Espíritu Santo transforma todo
nuestro ser cuando le abrimos las puertas del corazón. Es una promesa de Dios
para Su pueblo que se hace realidad. Es la manifestación de Dios en nuestra
existencia, glorifica al Señor Jesús y nos revela (Cf. Juan 16.14). Todo lo
sabe, todo lo puede y mora dentro de nosotros. Tiene intelecto, emociones y
voluntad, como lo enseñan las Escrituras.
I. El Espíritu Santo: cumplimiento de una
promesa de Dios para Su pueblo
1. Dios prometió derramar su Espíritu
Santo sobre nosotros y nuestra descendencia. Lo hizo desde el profeta Isaías,
que ejerció su ministerio en el año 690 a.C.(Isaías 44:3)
1.1. La presencia del Espíritu Santo produce
transformación en nuestras vidas (Isaías 35:7)
1.2. La presencia del Espíritu Santo se
derramó sobre su pueblo escogido. Es una promesa para todos nosotros (Joel
2:28; Ezequiel 39:29)
1.3. La presencia del Espíritu Santo morará
en cada creyente (Juan 7:38; Isaías 12.3; 41:18)
a. El Espíritu Santo es dado por nuestro
Padre celestial (1 Corintios 2:12)
b. El Espíritu Santo nos releva los planes
de Dios (1 Corintios 2.9, 10; Juan 14.26)
c. El Espíritu Santo desea tener comunión
con nosotros (2 Corintios 13.14)
2. El Espíritu Santo se nos revela como
Persona divina (Cf. Hechos 5:3, 4, Hebreos 1:8; Juan 6:27; 4:6)
2.1. El Espíritu Santo está ligado en deidad
al Padre y al Hijo (Mateo 28:19)
a. El apóstol Pedro llamó Dios al Espíritu
Santo (Hechos 5:4)
b. El apóstol Pablo llamó Señor al
Espíritu Santo (2 Corintios 3.17)
2.2. El Espíritu Santo se revela a nosotros
plenamente cuando lo buscamos (Cf. Ezequiel 36.27)
a. Desde la antigüedad sabemos que el
Espíritu Santo vivifica (Ezequiel 37:14, 36:27)
b. El Espíritu Santo nos da poder
(Zacarías 4:6)
c. El Señor Jesús prometió enviarnos el
Espíritu Santo (Juan 16:7; Cf. 7:38; 15.26)
II. El Espíritu Santo y su divinidad:
Omnisciente, Omnipotente y Omnisciente
1. El Espíritu Santo se revela como una
Persona (Juan 16:13)
1.1. Dios mora en nosotros por el Espíritu
Santo que nos da (Juan 14:15-17)
1.2. El Espíritu Santo testifica del Señor
Jesús y nos permite tener una relación más íntima con Dios (Juan 15:26)
2. Características del Espíritu Santo:
2.1. Intelecto.
Conoce lo secreto y profundo de Dios, y lo secreto del Ser humano (1 Corintios
2:10, 119
a. Nos revela lo secreto (Mateo 16.17;
Efesios 3.1-7; Nehemías 9:20)
b. Nos ayuda en la debilidad e intercede
por nosotros (Romanos 8:26, 27)
b.1. Como tiene intelecto, el Espíritu Santo
testifica de Jesús
(Juan 15.26)
b.2. Como tiene intelecto, el Espíritu Santo
nos revela los pensamientos del Padre celestial y lo que habrá de venir (Juan
16:12-159
2.2. Voluntad. Obra en medio
nuestro conforme a Su voluntad (Hechos 20:28; 1 Corintios 12:11, Apocalipsis
2.7)
2.3. Emociones. Para que lo
entienda una mente finita como la nuestra, podemos decir que tiene sentimientos y corazón.
a. El Espíritu Santo tiene capacidad para amar (Romanos 15.30)
b. El Espíritu Santo se entristece (Efesios 4:3;
Marcos 3:5, 1 Tesalonicenses 5:19; Romanos 8:239
b.1. Algunas formas de entristecer al
Espíritu santo:
b.1.1. Cuando damos lugar al diablo por
el pecado (Cf. Efesios 4.27)
b.1.2. Cuando faltamos a la honradez
(Efesios 4:28)
b.1.3. Cuando hablamos con palabras
soeces (Efesios 4.29)
b.2. Cuando experimentamos el cambio de Dios
en nuestra vida, agradamos al Espíritu Santo (Efesios 4:31, 32)
2.4. Habla. Se expresa (Cf.
Gálatas 4:6; hechos 13.2)
a. Habla cuando hay revelación (1 Timoteo
4.1)
b. Habla a través nuestro (2 Samuel 23:2)
2.5. Recibe agravio. Cuando pecamos deliberadamente
afrentando la obra de redención (Hebreos 10:29; 2:3; 6.6)
2.6. No
se le puede mentir. (Cf. Levítico 9:11; hechos 5.1-10)
2.7. Lo herimos con blasfemia (Cf. Mateo 12.31,
32)
a. Blasfemar al Espíritu Santo nos torna
reos de juicio eterno (Marcos 3:29)
b. Como el apóstol Pablo, debemos
arrepentirnos si hemos ofendido al Espíritu Santo (1 Timoteo 1.139
2.8. No se le debe resistir. (Cf. Hechos
7:51; Zacarías 7:11-139
2.9. El Espíritu Santo se puede apagar. (Cf. 1
Tesalonicenses 5.19)
3. La divinidad del Espíritu Santo:
Omnipresente, Omnisciente, Omnipotente
3.1. El Espíritu Santo es Omnipresente. Está en
todas partes (Salmos 139:7-10)
3.2. El Espíritu Santo es Omnisciente. Todo lo
sabe (Isaías 40:13, 149
a. Escudriñando aún lo profundo de Dios (1
Corintios 2.10, 119
b. Escudriñando aún lo íntimo nuestro
(Salmo 139:1-4)
3.3. El Espíritu Santo es Omnipotente. Todo
lo puede hacer (Job 33.49
Conclusión:
La Biblia nos enseña que el
Espíritu Santo no solo es omnipotente, omnipresente y omnisciente, sino que
además es nuestra fuente de poder, de vida abundante. Él es tierno, sensible y
bondadoso. Él conoce nuestras fortalezas y debilidades. Quiere ayudarnos en el
proceso de cambio y crecimiento, tanto personal como espiritual.
Léanos diariamente en www.MensajerodelaPalabra.Com
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