Dios demanda que vivamos consagrados para Él |
Título:
Vivir para Dios
Base Escritural:
Romanos 12:1-8
Introducción:
La vida cristiana debe ser ante todo práctica. No tiene sentido saber
mucho acerca de las Escrituras si no llevamos a la cotidianidad de nuestro
desenvolvimiento, todo cuando aprendemos. Es a ese aspecto al que se refiere el
apóstol Pablo en el texto objeto de análisis en el día de hoy.
I.- Vivir para
Dios implica que nuestra vida es la mejor ofrenda para El (v.1).
¿De qué manera?
1.- Un cuerpo con fallas que Dios acepta por su
misericordia (v.1).
Una pregunta: ¿Vivimos realmente
para Dios?
2.- Un cuerpo consagrado es un sacrificio vivo, santo y
agradable para Dios (v.1).
Si nuestro cuerpo es ofrenda para
Dios ¿Qué hacemos con él?
II.- Vivir
para Dios implica cambiar nuestra forma de pensar para que nuestras actuaciones
sean diferentes (vv.2,3).
1.- Un principio elemental: no sujetarnos a la corriente
del mundo (v.2 a).
2.- No
permitir que nos arrastre la corriente, obliga cambiar nuestra forma de pensar
(v.2 b).
3.- Si
cambiamos la forma de pensar, asimilaremos nuevos principios de vida en Dios
(v. 2 c).
4.- Entender los principios de vida en Dios nos lleva a
autoevaluarnos (v.3).
a.-
No tenemos la capacidad humana suficiente para cambiar (autosuficiencia).
b.-
Es dios quien nos concede la fuerza para cambiar.
III.- Vivir
para Dios implicar ser parte activa de la iglesia (vv.3-5).
1.- No somos perfectos, estamos camino de mejorar (v.3).
2.- ada uno es importante en la obra de Dios (v.4).
3.- El aporte de cada creyente fortalece la iglesia de
Cristo (v.5).
IV.- Vivir
para Dios implica ejercitar nuestros dones (vv.6-8).
1.- Nuestro servicio a la iglesia de Cristo está ligado
al ejercicio de nuestros dones (v.6).
a.-
Tenemos dones diferentes
b.-
Dios concede dones conforme Su voluntad.
2.- La Biblia reconoce diferentes dones:
a.- Don de profecía (Dios otorga ese don, no se aprende)(v. 6b).
b.-
Don de servicio (v.7)
c.-
Don de enseñar (v.7)
d.-
Don de exhortar (animar a otros)(v. 8).
e.-
Don de dar (socorrer a los necesitados)(v.8).
f.- Don de presidir (liderazgo)(v.8)
g.-
Don de misericordia (compasión, ayuda a los necesitados)(v.8).
Conclusión:
Aparte de un cambio de actitud, que se refleja en hechos en nuestra vida
cristiana, el Señor nos otorgó dones que es necesario poner al servicio en la
congregación. Hacerlo lleva a fortalecer la iglesia de Cristo.
© Fernando Alexis Jiménez
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