Título: Someta sus emociones y
reacciones en manos de Dios
Base
Bíblica:
Proverbios 10:11, 13, 19; 18:21; Mateo 12:37
Introducción:
Aun cuando no lo queremos, muchas de nuestras
reacciones que terminan generando conflictos—en nosotros pero también en muchas
personas, incluso las que más amamos: nuestra familia—pareciera que se salen de
toda previsión. “No puedo controlarlo”,
me escribía un joven desde Pensilvania, Estados Unidos, al referirse a sus
reacciones airadas en medio de las cuales destruía todo a su paso.
El obrar sin control
obedece, en muchas ocasiones, a una reacción biológica descontrolada. Es la
forma como percibimos todo alrededor, como escribe el especialista, Daniel
Goleman: “Una investigación ha demostrado
que en las primeras milésimas de segundo, durante las cuales percibimos algo,
no solo comprendemos inconscientemente de qué se trata, sino que decidimos si
nos gusta o no. El “inconsciente cognitivo” presenta a nuestra conciencia no
solo la identidad de lo que vemos, sino una opinión sobre el particular.
Nuestras emociones tienen mente propia, una mente que puede sostener puntos de
vista con bastante independencia de nuestra mente racional.”(Daniel Goleman. “Inteligencia
emocional”. Editorial Zeta. 2009.
México. Pg. 39)
La Buena Noticia que aprendemos
en las Escrituras es que todos nosotros, por encima de la reacción biológica de
nuestro organismo, podemos controlarlos. ¿De qué manera? Cuando sometemos
nuestras emociones en manos de Dios.
I.-
Nuestras reacciones evidencian si hemos sometido realmente las emociones a Dios
1.- Las reacciones
descontroladas evidencian que no hemos sometido nuestras emociones a Dios
(Proverbios 12:13; 13:16)
2.- Cuando no sometemos las
emociones a Dios , lo ponemos de manifiesto con nuestros pensamientos y
acciones (proverbios 15:2)
3.- Las emociones que no
hemos sometido a Dios, toman control de nuestras acciones y reacciones (Proverbios
18:13)
4.- No medir el alcance de
nuestras palabras y reacciones demuestra que no hemos sometido las acciones a
Dios (Proverbios 10:11, 13, 19; 18:21)
5.- Todos nosotros
responderemos ante Dios por nuestras palabras y acciones (Mateo 12:37)
II.-
Es necesario someter nuestras emociones a Dios para tener control de nuestras
reacciones
1.- Someter nuestras
emociones a Dios nos permite tener otra perspectiva de la vida, incluso de las
circunstancias adversas (Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6; Mateo 5:11, 12)
a.- Gozo aun cuando vienen momentos difíciles
b.- No permitir que nada ni nadie nos roben la
felicidad que Dios desea para nosotros
2. Las Escrituras nos
enseñan que tenemos la capacidad de controlar nuestras emociones (Santiago 1:8;
Efesios 4:26; Salmo 37:8)
3.- Las Escrituras nos
enseñan que tenemos la capacidad de vencer sobre nuestras inclinaciones y
deseos (Santiago 1:12)
4.- Si sometemos nuestras
emociones en manos de Dios, Él nos concede la sabiduría para saber obrar en
cada circunstancia (Santiago 1:5)
III.-
Someter nuestras emociones a Dios nos permite experimentar una vida plena
1.- Cuando sometemos
nuestras emociones a Dios, hay unidad entre nuestros pensamientos y acciones
(Proverbios 10:14)
2.- Cuando sometemos
nuestras emociones a Dios, aprendemos a escuchar antes de reaccionar (Santiago
1:19, 20)
a.- Las emociones descontroladas dañan a las
personas que amamos
b.- Las emociones descontroladas no glorifican a
Dios
3.- Quien no somete sus
emociones a Dios enfrenta crisis consigo mismo y en las relaciones con otras
personas (Proverbios 18:2, 6, 7, 12, 20)
4.- Dios espera que le
sometamos nuestras emociones (Efesios 4:31, 32; Colosenses 3:8-10)
5.- Dios desea que
perseveremos en la decisión de someter nuestras emociones en Sus divinas manos
(proverbios 18:15)
Conclusión:
Está comprobado científicamente que los ataques
de ira –a pesar de tratarse de una reacción inconsciente del organismo-- le
hacen daño al cuerpo. El corazón, es uno de los órganos que más sufre. Las
reacciones descontroladas, producto de nuestras emociones desenfrenadas, traen
enormes perjuicios en las dimensiones física y emocional.
Estos ataques repentinos
no deben confundirse con el mal genio. “Los
primeros –afirma el psiquiatra Rodrigo Córdoba– son situaciones explosivas que
no pasan por la conciencia, avasallan todos los sentimientos y no tienen
ninguna forma de freno. El mal genio es una forma de funcionamiento que tienen
las personas que, en ocasiones, es inapropiado, se caracteriza por la
irascibilidad y puede hacer parte de su personalidad”(Diario El Tiempo.
12/07/2014. Colombia. Edición digital).
Probablemente usted
enfrenta situaciones en las que, producto de sus reacciones, ha terminado
haciendo daño a otras personas, sin mencionar que usted mismo en su organismo
sufre las consecuencias. Jorge Forero Vargas, presidente del Instituto para el
Desarrollo de la Salud Emocional, explica que hay personas que han acostumbrado
a su cerebro a responder de forma rápida a diferentes estímulos. “Cuando se ven sometidas a una situación
particular en la que las cosas no salen como quieren tienen ataques de rabia que
terminan causándoles mucho daño físico y emocional, y afectar a las personas de
su entorno” (Diario El Tiempo. 12/07/2014. Colombia. Edición digital).
Cuando
sometemos a Dios nuestras emociones, comenzamos a tener control de nuestras
reacciones y la calidad de vida, personal y espiritual, comienza a cambiar. Las
Escrituras nos han enseñado la necesidad de someterle al Supremo Hacedor,
nuestra forma de pensar y actuar. Hoy es el día para tomar la decisión.
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2 comentarios:
Que bendición es este tema cuanto hay que entregar aún a nuestro Señor
Que bendición es este tema cuanto hay que entregar aún a nuestro Señor
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