Título: Llamados a crecer como cristianos
Base Bíblica:
Hebreos 5:11-14;
6:1-9.
Introducción
Es probable
que usted haya encontrado en la congregación a sinnúmero de personas quienes,
antes que un crecimiento espiritual, experimentan estancamiento y amenazan con
avanzar pero en retroceso. Aunque ha transcurrido el tiempo suficiente para que
estuvieran impartiendo enseñanza a otros e incluso, acompañando en el
crecimiento espiritual a los recién convertidos a Cristo, permanecen todavía en
la banca, recibiendo información.
¿Cómo puede
crecer una iglesia con esta clase de feligreses? Es muy difícil, sin duda. En
tanto no adopten una decisión radial en cuanto a crecer, seguirán tomando
alimento liviano y no viandas nutritivas, como corresponde al verdadero
cristiano.
I.- Quien
aprende los principios que Dios imparte y no los aplica a su vida, corre el
peligro de estancarse (5:12, 13).
1.- Quien no asume un auténtico compromiso cristianos, no
avanza. Amenaza con el estancamiento o con sufrir un revés espiritual (v. 12
a).
“Porque debiendo ser ya maestros después de tanto
tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar...”
2.- Quien aprende los primeros rudimentos de la vida
cristiana, asciende a nuevos y mayores niveles de conocimiento y práctica
cristiana (v. 12 b).
3.- Quien no se compromete con el crecimiento cristiano,
no enfrentará exitosamente las circunstancias difíciles que son inevitables en
la vida diaria (vv.12 c, 13).
II.- Quien
madura como creyente, está preparado para un mayor nivel espiritual
(5:14;6:1-3).
1.- Quien madura, conoce y aplica los principios de Dios
para nuestra vida (v. 14).
2.- Quien conoce a Cristo como Señor y Salvador, está
llamado a crecer en su vida personal y espiritual (6:1).
a.- Cada día vamos creciendo en Cristo.
“...vamos adelante a la perfección”
b.- El cristiano neófito quedó atrás.
“... no echando otra vez el fundamento del
arrepentimiento de obras muertas”(6:2, 3).
3.- Quien crece espiritualmente, avanza a un mayor
aprendizaje. Puede nadar en aguas profundas. Supera el conocimiento de Dios que tenía a nivel
superficial (v. 3).
III.- Quien
conoce el camino de Salvación, no debe volver atrás (6:4-9).
1.- El conocimiento de Dios y la aplicación de sus
principios en nuestra vida, nos torna firmes (vv. 4, 5).
2.- El conocimiento de Dios nos muestra que no podemos
desestimar ni menospreciar la obra de Salvación (v. 6).
3.- El conocimiento de Dios nos muestra que desestimar la
obra de Salvación acarra condenación (vv.7, 8).
4.- El conocimiento de Dios nos lleva a entender que es
necesario llevar frutos (v. 9).
Conclusión:
Un cristiano
que crece en el plano personal y espiritual por el obrar del Señor Jesucristo
en su existencias, impacta al mundo. No predica con palabras sino con sus
hechos. Todo cuando aprende en las Escrituras va acompañado con una vida
cristiana práctica.
Quien
lo hace, evidencia crecimiento y sin duda llegará a nuevos y mayores niveles en
su relación con Dios. Esa permanencia en el Señor, tomados de Su mano,
determina que alejamos toda amenaza de estancamiento o retroceso, y nos
encumbramos hacia nuevas alturas. Los cristianos estamos llamados a crecer, a
dar fruto y a glorificar a Dios con nuestros pensamientos y acciones.
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