Nuestra vida puede ser victoriosa, en Dios, o llena de derrota si luchamos en nuestras fuerzas |
Título: ¿Cómo disfrutar de una vida cristiana
victoriosa?
Base Bíblica: Mateo 22:37; Romanos 8:32; Ezequiel 18:23,
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Introducción:
Todos deseamos una vida cristiana victoriosa. Si usted
hace una encuesta, descubrirá que todas las personas—sin excepción alguna—se
han dejado arrastrar por la corriente del éxito y desean que todo les vaya
bien, al tiempo que anhelan, poder disfrutar una vida plena. ¿Es esto posible?
Sin duda que sí cuando nos rendimos a Dios y permitimos que Él obre en nuestra
existencia.
I. La vida
cristiana victoriosa no es aburrida sino una experiencia llena de amor y gozo
1. Si desea
una vida cristiana victoriosa, su amor y deleite deben enfocarse en Dios
(Mateo 22:37)
a. Si estamos enfocados en Dios experimentamos
crecimiento en todas las áreas de
nuestra vida (C2 Corintios 3:18)
b. Dios se deleita en quienes andan conforme a Su
voluntad (Salmo 147:11)
c. Dios bendice a aquellos en quienes se deleita
(Jeremías 32:41; Isaías 42:1)
d. Cuando andamos en el temor del Señor, le glorificamos
(Cf. Mateo 5:16)
2. El Dios en el que hemos creído es un Dios
feliz que nos transmite gozo y eternidad (Mateo 25:23 Cf. Juan 15:11; 17:13)
Obstáculos para el gozo de Dios en nuestras vidas:
a. No valorar a Dios
b. No disfrutar lo que Dios nos da
c. Tener un concepto limitado
del gozo de Dios (Juan 17:26)
“Cuando tenemos cifrada
nuestra esperanza en Dios, le glorificamos como fuente de gozo profundo y
duradero. Y cuando obedecemos con gozo, demostramos que el Dios de la esperanza
que nos satisface es real en nuestras vidas. La obediencia es la inocultable
evidencia pública de aquellos que han saboreado y visto que el Señor es
bueno.”(John Piper. “Los deleites de Dios”. Libros Compartir. EE.UU. 1999. Pg.
26)
3. Si andamos en intimidad con Dios, podemos
movernos en la dimensión de Su gloria (Salmo 3; Cf. Apocalipsis 5:16)
4. El Dios que no escatimó a su Hijo Jesús en
pago de nuestros pecados desea concedernos aquello que le pedimos (Romanos
8:32)
a. Jamás podemos olvidar que Dios nos perdonó por amor
(Salmo 25:11)
b. La obra redentora del Señor Jesús hizo posible el
perdón de nuestros pecados (1
Juan 2:12)
“Tenemos un intenso vacío en
nuestro interior que demanda ser satisfecho por poderes, personas y deleites
externos a nosotros mismos. Anhelar,
necesitar y desear son la mismísima esencia de nuestra naturaleza. Nacemos con
deficiencias, necesidades e insatisfacciones. Llegamos al mundo sin saber casi
nada, y tenemos que dedicar años y años asistiendo a clases o aprendiendo en la
escuela de la vida, para poder llenar un poco este vacío de conocimiento.
Nuestros padres y maestros nos piden que hagamos cosas que no nos gusta
realizar, pero que necesitamos llevar a cabo para superar alguna debilidad,
incrementar nuestro conocimiento, fortalecer nuestros cuerpos, refinar nuestros
modales o mejorar nuestro intelecto.”(John Piper. “Los deleites de Dios”.
Libros Compartir. EE.UU. 1999. Pg. 69)
II. La vida
cristiana victoriosa gira alrededor de
un Dios Todopoderoso
1. Si queremos desarrollar una vida cristiana
victoriosa debemos reconocer el poder ilimitado de Dios (Isaías 46:9, 10)
a. Una vida cristiana que se deleita en la Ley de Dios
(Salmos 1:2; 128:5)
b. Una vida cristiana que camina en integridad (Salmo
16:3; Cf. Isaías 62:4)
2. Solo nuestro Dios de poder transforma los
corazones (Ezequiel 11:19, 20)
a. Nos lleva a experimentar cambio y crecimiento
b. Nos brinda oportunidades a pesar de nuestras
rebeldías (Ezequiel 36:27)
c. El deseo de Dios es que todos sean salvos (Ezequiel
18:23, 24)
3. No podemos olvidar que el poder de Dios no
tiene límites en las dimensiones física y espiritual (Salmo 135:7)
a. Dios nos guarda de los ataques del enemigo (Lucas
13:16; Juan 8:44; Hechos 10:38)
b. Es esencial someter a Dios todo cuanto vamos a hacer
(Santiago 4:13-16)
4. Dios tiene el control de todas las
circunstancias (Job 1:21; Isaías 45:7; Lamentaciones 3.38)
III. La vida cristiana
victoriosa exalta a Dios que nos ama
1.- Toda la creación –incluyéndonos a
nosotros—exalta las maravillas de Dios (Salmo 104:31; 19:1,2; Romanos 1:19,20)
a. Por y para Cristo Jesús todas las cosas existen, las
visibles e invisibles (Colosenses
1:16, 1 Corintios 8:6; Hebreos 1:2; Juan 1:1-3)
b. En Cristo Jesús todo el universo subsiste
2.- El Dios Todopoderoso en el que hemos
creído no nos desampara a pesar de nuestros errores (1 Samuel 12:22)
a. Dios no nos desecha porque nos escogió para que
seamos Su pueblo (Jeremías
13:11)
b. Dios no nos desecha porque nos escogió para amarnos
(Juan 3:16)
c. Dios no nos desecha porque clamamos a Su Nombre
(Isaías 43:21; 1 Pedro 2:9)
d. Dios no nos desecha porque perdona nuestros pecados
(Salmo 25:11, 79:9)
“A pesar de lo mucho que nos
gustaría, no tenemos el lujo de vivir en un mundo donde las verdades más
edificantes no encuentran ninguna oposición. Si pensamos que podemos evitar
todo lo que es controversial y alimentar nuestras almas sólo con lo que resulta
edificante, estamos siendo muy
optimistas. La razón por la cual muchos de nosotros creemos que podemos confiar
es que no conocemos bien nuestra historia o las personas que profesan ser
cristianas pero no lo viven. Además, ¿en realidad querríamos entregarle al
diablo el derecho de determinar nuestro derrotero espiritual, rehusando
alimentarnos con las enseñanzas que resultan conflictivas en nuestra sociedad?”
(John Piper. “Los deleites de Dios”. Libros Compartir. EE.UU. 1999. Pg. 189,
190)
3. Tenemos
una vida cristiana victoriosa cuando nos rendimos a Dios para ser instrumentos
útiles en Sus manos (1 Corintios 1:26-31)
4. Tenemos
una vida cristiana victoriosa cuando caminamos en el temor de Dios (Salmo
128:1-5; 147:10, 11)
5. Tenemos
una vida cristiana victoriosa cuando permitimos que Dios obre en nuestras vidas
(Jeremías 32:39-41; Cf. Efesios 31:31-43)
6. Tenemos
una vida cristiana victoriosa cuando nos disponemos para recibir las
bendiciones de Dios (2 Corintios 16:9; Efesios 2:7)
Conclusión:
Todos deseamos una vida cristiana victoriosa. Es
posible lograrlo, como lo enseñan las Escrituras, cuando reconocemos los
atributos de Dios, volcamos hacia Él todo nuestro amor, reconocemos que Él nos
amó primero y quiere lo mejor para nosotros, y por último, rendimos a Sus pies
todo nuestro ser para que Él obre poderosamente en nuestra existencia. En Dios
es posible crecer, llegar a nuevos niveles en las dimensiones personal y
espiritual, y llegar a ser vasos útiles en Sus poderosas manos. Hoy es el día
para tomar esa decisión.
© Fernando Alexis Jiménez
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