Oramos eficazmente cuando confiamos en el poder ilimitado de Dios |
Título: ¿Cómo orar eficazmente?
Base Bíblica: Santiago 5:16; Salmo 34:9, 10
Introducción:
La vida del cristiano debe estar avivada. No se puede
ser creyente y a la vez vivir desconectados de Dios, que es la fuente de
nuestro poder. La única forma de ser eficaces es dependiendo de Él enteramente.
Él puede obrar poderosamente en aquellos que disponen su corazón para estar en
la Presencia divina. El Señor es quien nos asegura la victoria siempre. ¿Cuánto
tiempo pasa usted en la Presencia del Señor? Hoy es el día para que evalúe su
vida y se disponga a mantener una vida de intimidad con Él.
I. Dios está atento
a nuestras oraciones
1. Dios espera que elevemos oraciones
delante de Su Presencia (Jeremías 33:39
a. Es necesario
clamar
b. Es necesario
creer
c. Es necesario
disponer el corazón para perseverar en Dios
2. Dios escucha nuestras oraciones y responde
con poder (Salmo 34:4; 6)
a. Vamos a Dios
en procura de que transforme nuestras circunstancias
b. Vamos a Dios
creyendo que tiene cuidado de nosotros
II. Dios responde a
nuestras oraciones
1. La oración delante de Dios debe estar
revestida de fe (Santiago 5:16 a)
2. Cuando tenemos fe, estamos dando por
sentado que Dios obrará con poder en respuesta a nuestras oraciones (Marcos
11:24 y siguientes)
3. Nuestro amado Dios no deja en vergüenza a
quienes se atreven a creer (Salmo 34:5)
4. Dios nos provee en las dimensiones física
y espiritual (Salmo 34:9, 10)
III. Dios valora
nuestro compromiso y perseverancia en la oración
1. Si tan solo tenemos fe, lo imposible
se hará posible con la oración (Mateo 17:20)
2. El Señor advirtió sobre la necesidad de
estar alerta, dispuestos para orar y evitar que haya pecado en nuestra vida
(Lucas 18:8)
3. Al orar dejamos de lado todo asomo de duda
(Mateo 20:21, 22)
4. Si apartamos el pecado de nuestra vida,
Dios responderá con poder (Juan 9:31)
5. Si perseveramos en la oración, Dios
responderá de una manera sobrenatural (Lucas 18:1)
Conclusión:
Cuando vamos al Señor en Oración, es necesario que
tengamos conciencia de que no sólo es la voluntad de Él, sino que nuestro amado
Padre celestial responde con poder a nuestro clamor. No podemos perder el
horizonte, desconociendo que lo posible se hace posible, cuando oramos, creemos
y si es necesario, perseveramos hasta alcanzar el milagro. Hay que tener en
cuenta que hay factores que pueden poner tropiezo a la oración, de ahí la
necesidad de perseverar en el clamor.
© Fernando Alexis Jiménez
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