Es con el poder de Dios como podemos vencer la tentación |
Título: ¿Cómo vencer el pecado y crecer
espiritualmente?
Base Bíblica: Romanos 7:7-25; Filipenses 3:12, 14; 4:13 y
Juan 15:4, 5
Introducción:
Todos los seres humanos,
sin excepción, nos vemos tentados por el pecado. Nuestra naturaleza humana se
inclina a dejarse arrastrar por esa inclinación. El problema es que hay
creyentes que, al verse confrontados con la posibilidad de volver a incurrir en
comportamientos dañinos, se dejan arrastrar y terminan sumidos en la derrota.
¿Siempre tiene que ser así? Por cierto que no, ya que Jesús el Señor proveyó la
salida, mediante la fortaleza que nos concede, para vencer. Sí es posible dejar
de lado todas las terribles consecuencias que desatan las tentaciones y el
pecado.
I. Libramos una batalla constante entre el deseo de ser fieles a
Dios y la inclinación a pecar (Romanos 7:7-25)
1. El propósito de la Palabra es confrontarnos con
nuestra naturaleza humana pecaminosa (vv. 7-9)
a. En la Ley o en la gracia es necesario hacer un alto en el camino para realizar una auto-evaluación
b. No basta con
reconocer que estamos fallando; es necesario disponernos al cambio
2. En nuestras fuerzas resulta imposible vivir la
Palabra (vv.10-13)
a. La inclinación del ser humano es el pecado
b. En nuestras fuerzas el pecado siempre tomará
ventaja
3. En nuestro mundo interior se libra una lucha
constante entre el deseo de vivir conforme a la voluntad de Dios y la
inclinación al pecado (vv.14, 15; Cf. 1 Timoteo 1:8-11)
a. El problema no está en la Palabra sino en
nosotros (v. 16)
b. Luchamos contra naturaleza humana (v. 17)
b.1. Debemos cambiar esquemas de vida marcados por
el pecado
b.2. Es previsible que enfrentemos dificultades en
el proceso de cambio
4. Dios reconoce las luchas que libramos contra
nuestra inclinación al pecado (vv.18-21)
a. Dios valora
nuestro de deseo de caminar conforme a Su voluntad (v. 22)
b. La lucha
contra el pecado proseguirá mientras no dependamos de Dios (vv.23, 24)
c. Dios desea
ayudarnos a vencer en la lucha contra el pecado (2 Corintios 10:3-6)
5. Es gracias a la obra redentora del Señor Jesús que podemos vencer el pecado (v. 25;
Romanos 8:2)
II. Debemos vivir el proceso de vencer la tentación y el pecado
(Filipenses 3:12-14)
1. El proceso de cambio y crecimiento se vive paso
a paso como lo hizo el apóstol Pablo (v. 12 a)
“No
que lo haya alcanzado ya, ni que sea perfecto…”
2. Es necesario perseverar en el proceso de cambio
y crecimiento (v. 12 b)
“…sino
que prosigo…”
3. Nuestra esperanza para vencer la tentación y el
pecado está en Cristo Jesús (v. 12 c)
4. En el proceso de cambio debemos despojarnos de
toda carga (v. 13)
a. Dejar atrás
el pasado
b. No permitir
que las derrotas del paso nos lleven al desánimo
c. Debemos
seguir dando nuevos pasos cada día
5. Es necesario proseguir a la meta: el supremo
llamamiento de Dios (v. 14)
III. Si dependemos de Dios, venceremos la tentación y el pecado
(Juan 15:4, 5)
1. Con el poder de Dios es posible vencer siempre la tentación y el pecado
(Filipenses 4:13)
2. Sólo la perseverancia
en Cristo nos asegura la victoria (Juan 15.4)
3. Prendidos de la mano del Señor Jesús no solo
venceremos la tentación y el pecado, sino que rendiremos frutos (Juan 15:5)
Conclusión:
Dios nos ama y desea
siempre lo mejor para nosotros. Y uno de los propósitos eternos de su corazón
es que podamos vencer las tentaciones y el pecado, dos elementos al que sucumbe
nuestra naturaleza humana si no está afincada en Dios. ¿Cómo podemos obtener la
victoria? Cuando caminos prendidos de la mano del Señor Jesús. Él es quien nos
concede el poder y la fortaleza. Sí podemos vencer, porque Cristo nos hace
fuertes (Filipenses 4.13)
© Fernando Alexis
Jiménez
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