En los momentos en que estamos indecisos, Dios nos ayuda a encontrar el camino apropiado |
Título: ¿Qué decisión
tomar?
Base Bíblicas: 1 Reyes 12:1-20
Introducción:
Con frecuencia los creyentes
nos encontramos entre la espada y la pared cuando debemos tomar una decisión.
Tenemos claro que una determinación errada trae consecuencias, algunas
impredecibles y otras, con efectos presentes y futuros. Todos hemos
experimentado el amargo sabor que produce decidir algo que, además de erróneo,
deja huellas negativas. En la vida de Roboam, el rey israelita que vivió 900
años antes de Cristo, se hizo evidente el alto precio que paga quien toma
decisiones equivocadas.
I.- Todo ser humano enfrenta decisiones difíciles (vv.1-5).
1.- Decisiones en cuanto al presente y el futuro (v.1-4).
2.- Decisiones que no se pueden tomar a la ligera (v. 5).
3.- Decisiones en las que debe primar la transparencia y no malas
intenciones (v.5).
a.- Roboam ya tenía
predispuesto desconocer las peticiones de los israelitas.
b.- Roboam tenía una
concepción errada de la autoridad.
II.- Todo ser humano enfrenta decisiones que ponen a prueba su sabiduría
(vv.6-14).
1.- Una decisión acertada toma en cuenta la experiencia de los años (vv.6,
7).
2.- Una decisión acertada no desecha los consejos, sino que los evalúa y
confronta con la perspectiva que tengamos del problema (v. 8).
3.- Una decisión acertada no se afirma en decisiones a la ligera y bajo la
inexperiencia (vv.9-14).
III.- Todo ser humano enfrenta decisiones que afectan su presente y su
futuro (vv.15-20).
1.- Una decisión errada acarrea consecuencias perjudiciales (v. 16 a).
2.- Una decisión errada trae inestabilidad a nuestra vida (v. 16 b).
3.- Una decisión errada puede generar heridas y resentimientos en los demás
(vv.17-19).
4.- Una decisión errada puede cambiar para siempre el curso de nuestra
historia (v. 20).
IV.- Todo ser humano enfrenta decisiones en las que debe involucrar a
Dios.
1.- El Señor Jesucristo debe primar en las decisiones.
2.- El Señor Jesucristo nos guía a
tomar decisiones acertadas cuando lo buscamos en oración.
3.- El Señor Jesucristo conoce el presente y el futuro y nos lleva a tomar
decisiones acertadas.
Conclusión:
Un camino seguro para tomar
decisiones acertadas es buscar a Dios en oración cuando nos encontremos en una
encrucijada, o también cuando frente a nosotros haya varios caminos, y nos
asalte la incertidumbre respecto a qué sendero tomar. Si el rey Roboam hubiese
acudido al Señor, o al menos escuchado la voz de la experiencia representada en
los ancianos, le habría evitado un doloroso capítulo a la historia de Israel.
Fruto de la mala decisión, experimentó la rebelión de sus gobernados, producto
de la inconformidad que les embargaba ante la injusticia.
© Fernando Alexis Jiménez
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