Estamos llamados a vencer los gigantes en la autoridad de Jesucristo |
Título: Derribando
los gigantes en la autoridad y el poder de Jesucristo
Base Bíblica: 1 Samuel 17:1 – 53
Introducción:
El poder de Dios que se
mueve en el creyente, nos asegura victoria en la confrontación con el mundo de
las tinieblas. No podemos olvidar que las batallas se libran diariamente. Son
gigantes que se levantan a nuestro paso y procuran, de un lado robarnos las
bendiciones espirituales y materiales que el Señor tiene para nosotros, y de
otro, llevarnos a perder la paz y el gozo que el amado Padre celestial espera que
experimentemos siempre. ¿Qué nos asegura la victoria en la lucha contra las
tinieblas? La sangre de Jesús vertida en la cruz. Esa misma cruz en la que
derrotó a Satanás y a todas sus huestes. Hoy por ese sacrificio del Salvador en
la cruz somos más que vencedores.
I. En la autoridad de Cristo estamos llamados a enfrentar a los
gigantes (vv.1-32)
1. Los gigantes tipifican el mundo espiritual que
procura robarnos las bendiciones y el cumplimiento del plan de Dios para
nuestras vidas. Su origen se remonta a Génesis 6:1,2, 4.
2. Goliat es el tipo de Satanás que genera ataques
e intimidación sobre nuestras vidas para ejercer dominio (vv. 1-11)
a. Los
filisteos habían tomado buena parte del territorio del pueblo israelita (v. 1)
b. El pueblo
de Israel procuraba recobrar su territorio (vv.2, 3)
c. Goliat al
igual que Satanás y sus demonios procuran intimidarnos (vv.4-7)
c.1. Satanás
como Goliat presume de un poder absoluto que realmente no posee (vv. 8-11)
c.2. Las
Escrituras nos enseñan que al enemigo debemos enfrentarlo y no salir huyendo
(v. 11; Santiago 4.7)
3. Características de Goliat: Tres metros de
altura, guerrero, sanguinario
4. Como creyentes estamos llamados a recobrar el
territorio que nos ha robado Satanás:
a. La salud
de nuestro cuerpo y nuestra mente
b. La
prosperidad en nuestras finanzas (Malaquías 3.11; Joel 1:4; 2:25)
b.1. Dios
promete que si nos sometemos a Él, nos restituirá lo que nos ha robado el
enemigo
b.2. Toda
práctica ocultista trae ruina a nuestra vida (Deuteronomio 28:15-17; 30:9)
c. La
estabilidad familiar (Salmo 127:1-5)
3. David es el tipo de un cristiano cubierto con
la sangre del Salvador y se enfrenta con
autoridad a las tinieblas (vv.20-25)
a. La fe de David
no estaba cifrada en sus propias fuerzas sino en las de Dios (v. 26; Salmo
44:5-7)
b. David
asumió el reto de enfrentar a Goliat así como el creyente debe asumir el reto
de enfrentar a los gigantes (vv.31, 32; Deuteronomio 20:4)
II. No es en nuestras fuerzas sino en la autoridad de Cristo
como libramos las batallas (vv.32-39)
1. Como
David, los creyentes debemos asumir fe y autoridad que provienen de Dios para
enfrentar a los gigantes (v. 32)
a. Las Escrituras enseñan que los cristianos ya
vencimos al enemigo por la sangre del Cordero (Apocalipsis 12:11)
b. Las Escrituras nos enseñan que con el poder de
Dios aplastamos a Satanás bajo nuestros pies (Romanos 16:20)
2. Como David, los creyentes debemos ir a la
batalla cubiertos con la armadura de Dios (Cf. Efesios 6:10-17)
3. Como David, los creyentes debemos entender que
nuestras armas no son carnales sino espirituales (vv.33; 2 Corintios 10:3-6)
4. Como David, los creyentes debemos entender que
Dios nos prepara para la batalla (vv.34-38)
a. El primer
gran gigante que debemos derrotar es el temor
b. Como
guerreros cristianos debemos despojarnos de todo cuanto nos estorba (v. 39)
--Autosuficiencia, orgullo, depender de nuestras fuerzas
y habilidades humanas
III. Cinco fundamentos para vencer el mundo de las tinieblas
(vv.40-53)
1. David tenía claro—como debemos tenerlo
claro nosotros los cristianos—que los
gigantes no son tan grandes como parecen a primera vista (vv.40-44)
a. No hay
problemas más grandes que el poder ilimitado de Dios
b. No hay
gigante que no sea pequeño delante de Dios
2. David como el creyente hoy, se afirmó cuatro
fundamentos de victoria:
a. David
enfrentó al gigante en el Nombre del Dios de poder (v. 45)
b. David
declaró fe para derrotar al gigante (v. 45 a)
c. David
declaró que esa batalla era para glorificar a Dios (v. 45 b)
d. David
declaró que la victoria en las batallas espirituales y físicas es de Dios (v.
47)
3. Como David, los creyentes tenemos una honda con
cinco piedas para enfrentar a los gigantes (vv. 48-53)
a. La fe
b. La sangre
del Señor Jesús
c. El Nombre
del Señor Jesús (Filipenses 2:9; Efesios 1:20, 21)
d. La
victoria ganada en la cruz sobre las tinieblas nos alcanza a nosotros
(Colosenses 2:13-15)
e. La plena
confianza en Dios
4. Por la obra redentora del Señor Jesús en la
cruz, dejamos el mundo de las tinieblas y Su poderosa Sangre nos lleva a la luz
(Colosenses 1.13-15)
Conclusión:
Cuando los cristianos
reconocemos nuestra posición en Cristo Jesús, que ahora somos vencedores por su
sangre vertida en la cruz, podemos movernos confiados en medio de los senderos
de dificultades que surgen como consecuencia de los ataques del mundo de las
tinieblas (1 Pedro 5:8). Cristo nos hizo vencedores. En la cruz nos llevó a
tener la victoria por su sangre vertida en la cruz. Hoy, gracias a ese
sacrificio y victoria, podemos salir airosos de todas las confrontaciones que
tenemos con el mundo de las tinieblas. La Sangre del Señor Jesús nos hizo
victoriosos ayer, hoy y por siempre.
© Fernando Alexis
Jiménez
Léanos en www.guerraespiritual.org y www.mensajerodelapalabra.com
1 comentarios:
Hermano que Dios le bendiga de mas sabiduría, en el nombre de nuestro señor Jesucristo gracias por este alcance de los mensajes de la palabra de Dios
saludos
Hno en la Fe
carlos
Publicar un comentario