Título: El
sacrificio redentor de Cristo y la novia purificada
Base Bíblica:
Mateo 25:1-10; Apocalipsis 19:6-8;
Introducción:
Con
la muerte en la cruz el amado Salvador Jesucristo perdonó nuestros pecados, con
Su Resurrección nos aseguró la victoria y ahora—unidos a Él—nos preparamos para
estar con Él en la eternidad. Será un evento maravilloso para el que debemos
estar preparados, para las bodas del Cordero, porque estaremos por siempre en
la eternidad con Él. Desde ahora, como Iglesia redimida, nos preparamos para
vivir ese glorioso acontecimiento.
I. La obra redentora de Cristo Jesús
purificó a la Novia, Su Iglesia para las bodas del Cordero
1. La Iglesia de
Jesucristo, a la que pertenecemos, será presentada como Su Novia, pura y sin
manca (2 Corintios 11:1, 2)
a. Dios había anunciado que se casaría con Su
Novia, Su pueblo (Oseas 2:19; Cf. 2 Corintios 4:14)
b. Dios redimió nos redimió del pecado, de las
ataduras y de la muerte, para que seamos Su Iglesia, su Esposa por la eternidad
(Isaías 54:5; Isaías 62:4, 5)
2. El sacrificio redentor
del Señor Jesús purificó a la Iglesia, Su Novia (Efesios 5:25-27; Ezequiel
44:22)
3. En la eternidad de Dios
usted y yo como creyentes ya estamos participando en las bodas del Cordero
(Apocalipsis 19:6-8)
a. Las bodas de su Iglesia santa con el Cordero,
glorifica a Dios (v. 6)
b. La Novia se prepara para las bodas (v. 7)
c. La Novia de Cristo será vestida por la
eternidad de lino fino (v. 8)
II. La Novia de Cristo, Su Iglesia, debe
mantenerse preparada siempre (Mateo
25:1-10)
1. Al ilustrar las Bodas
del Cordero, nuestro amado Salvador enfatizó la necesidad de estar preparados
para la llegada del Novio
2. El pueblo de Dios puede
obrar con prudencia o con insensatez (v. 1, 2).
3. El imprudente vive sin
Dios ni ley; el prudente vive para Dios (vv. 3, 4)
4. Es necesario que
siempre estemos preparados para la llegada del Novio (vv.5-9)
5. El Señor Jesús espera
compromiso de Su Iglesia (v. 10)
6. Dios
escogió a Su pueblo redimido para que seamos la Novia del Cordero y estemos con
Él por la eternidad (Apocalipsis 21:9)
III.
Preparándonos para vivir eternamente con Cristo, debemos vivir la eternidad
desde ahora (Mateo 25:14-30)
1. Todos aquellos que
somos parte de la Iglesia de Jesucristo tenemos dones y talentos para alcanzar
a otros (vv. 14, 15)
a. No podemos desperdiciar
aquello que Dios nos proveyó
b. Dios nos prepara para
asumir el compromiso de vivir en Su voluntad y alcanzar a otros
2. La decisión de ser
prudentes y diligentes la toma cada uno de nosotros (vv. 16-23)
3. Tenemos responsabilidad
de responder a Dios por los dones y talentos que nos proveyó para cumplir Su
propósito eterno (vv.24- 27)
4. Al que tiene más, Dios
le da más. Es el resultado de vivir para Él (v. 28-30)
Conclusión:
Hay
una eternidad para vivir con Cristo Jesús. Es en Su Presencia que estaremos
siempre. Fuimos redimidos por Él. Nuestros pecados fueron perdonados, nos hizo
justos ante el Padre celestial, pero desde ya debemos prepararnos para la vida
eterna, en otras palabras vivir la eternidad desde ya, caminando de Su mano.
Fidelidad, compromiso, consagración, tres palabras que resumen aquello a lo que
estamos llamados a vivir.
©
Fernando Alexis Jiménez
Léanos
en www.guerraespiritual.org y www.mensajerodelapalabra.com
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