¿Está convencido del porqué es cristiano?
¿Tiene claro en su vida que Dios lo llamó a experimentar
una vida plena junto con su familia?
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Título: ¿Está
convencido del porqué es cristiano?
Base
Bíblica: Juan 6:60-69
Introducción:
El propósito de
Dios para nuestras vidas es que, a la par que experimentamos crecimiento en el
plano personal, lo hagamos también en el nivel espiritual. Sumirnos en el
estancamiento es perjudicial. Ahora bien, el crecimiento espiritual en todos
los órdenes se produce cuando hay una íntima relación con Dios mediante la
lectura sistemática de Su Palabra, la oración y la disposición de aplicar tales
pautas en nuestras vidas.
El propósito
eterno de Dios es que se produzca en
nosotros el crecimiento el cual lo logramos cuando, tomados de la mano de Su
Hijo amado Jesús, avanzamos en el proceso, no afincados en nuestras fuerzas
sino en las que provienen de Él.
I.- Una íntima relación con
Dios está asociada con el crecimiento espiritual del creyente (vv.60-62).
1.- Comprender los misterios y planes maravillosos de Dios
para nosotros, amerita que tengamos disposición para crecer (v. 6).
2.- El mensaje transformador del evangelio va en contravía
de nuestros paradigmas y principios de vida errados (v. 61).
3.- Crecemos en el conocimiento de las cosas de Dios
conforme estamos íntimamente relacionados con Él (v. 62).
II.- En
las fuerzas de Dios y no en las nuestras, podemos vivir el evangelio
(vv.63-65).
1.- En la carne no podemos asirnos para lograr crecimiento
espiritual. Sin embargo, tal crecimiento se ve reflejado en el crecimiento
personal (v. 63).
2.- Hay quienes erigen un muro porque el evangelio
transformador del Señor Jesucristo choca con sus criterios y hábitos de vida,
sujetos a la carne (v. 64).
3.- El Señor Jesucristo nos llama a emprender el proceso
de cambio y nos ayuda a lograrlo (v. 65).
III.-
La meta con Cristo Jesús es no retroceder, estancarse sino avanzar (vv.66-69).
1.- Confrontados por el evangelio hay quienes vuelven
atrás. Los que están tomados de la mano de Cristo Jesús, obtienen nuevas
fuerzas y siguen adelante (v. 66).
2.- No estamos
obligados a seguir al Señor Jesús. Se trata de una decisión personal. Sin
embargo, define nuestro presente y el lugar en el que pasaremos la eternidad
(v. 67).
3.- Quien llega a comprender la grandeza del evangelio
transformador de Jesucristo, decide pagar el precio (vv.68, 69).
Conclusión:
Cuando el
cristiano se ve confrontado con el evangelio es probable que tome conciencia de
la imposibilidad de aplicar en sus propias fuerzas, las pautas de vida con
fundamento en las Escrituras. Una relación permanente con el Creador nos ayuda
a avanzar en tal proceso.
Un cristiano
fundamentado en la carne se estanca; quien está afincado en Dios, crece. Es un
axioma que tiene cumplimiento en todo el género humano. Nadie está obligado a
seguir a Jesucristo. Es una decisión personal. Pese a ello, asumir la decisión
que sea, trae consecuencias. Una pregunta para todos_¿Dónde estará por la
eternidad? Otra más: ¿Estará en la presencia
de Dios o en la perdición por siempre jamás?
© Fernando Alexis Jiménez
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